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Tanguistas, Guiris, Valdepeñas, y Tira p'alante. Nou de Sant Francesc y Ginjol, otra ruta flamenca por Barcelona. La Buena Sombra, La Macarena, Los Cabales y Casa Matías.

Tanguistas, Guiris, Valdepeñas, y Tira p'alante

Nou de Sant Francesc y Ginjol, otra ruta flamenca por Barcelona.

La Buena Sombra, La Macarena, Los Cabales y Casa Matías.





El Convento de Sant Francesc y restos de las murallas desaparecieron en el siglo XIX y sobre él surgió un nuevo núcleo de ocio emergente en Barcelona.


Con las obras de reforma de la Rambla  afloran los restos del antiguo convento de Sant Francesc, fundado a principios del siglo XIII por los franciscanos tras los pasos de Francisco de Asís, quien camino de Santiago de Compostela, se alojó en el hospital de Sant Nicolau de Bari, ubicado en los terrenos de la actual plaza del Duc de Medinaceli. Fue en este lugar donde la orden religiosa decidió construir su sede y así nació otro convento, antes de Santa María del Mar, la otra Catedral del Mar barcelonesa, acabó derruido a mitad del siglo XIX, nacía el flamenco convirtiéndose en una oferta turística desde el primer momento y lo “pecaminoso” iba a dominar la noche.


La zona se acabó convirtiendo en nuevos edificios de viviendas,  reconvirtiendo la zona entre la plaza real, las ramblas y la plaza del Duque Medinacelli, en el laberinto del ocio, con epicentro en lo que es hoy la plaza Joaquim Xirau, en sacrificio de las calles Ginjol y Pasaje del Banys.


La degradación sufrida en la postguerra civil en lo que se conoció como Barrio Chino desplazó el ambiente, con él los locales flamencos más vinculados al turismo, al otro lado de la parte baja de la Rambla, a la zona de Escudellers, la plaza Real y los callejones de ese radio.


La ruta de muchos turistas, aficionados y famosos en la noche de Barcelona de la postguerra, en convivencia con todo el alterne permanente de vendedores ambulantes, donde encontraban el sitio idóneo donde colocar sus mercancías: caricaturistas, vendedores de tabaco, cerillas, flores, lotería o cualquier suvenir , con profesionales del burle: carteristas, camellos, tanguistas, adivinos, timadores, profesionales del juego o la prostitución, todos-todas, y alguno más, ofrecían servicio todas las noches acompañados, en gran parte de locales de artistas flamencos, fueron las noches de Ava Gardner, Robert Mitchum o John Wayne, por Barcelona. 


La Buena Sombra






"Bebe Valdepeñas y tira p'alante".

La Buena Sombra, La Macarena, Los Cabales y Casa Matías.



CASA MATÍAS.

Taberna flamenca.

Carrer Nou de Sant Francesc 6 (1940-1946)


La calle Nou de Sant Francesc, se convirtió en una de las calles con más ambiente flamenco en esas dos décadas después de la guerra.


Matías el propietario del local, todo un personaje, vestido normalmente con chaqueta corta y sombrero cordobés. El local estaba decorado con fotografías de toreros y figuras flamencas, cabezas de toro y carteles de las corridas, acompañado de un rótulo con el eslogan:


"Bebe Valdepeñas y tira p'alante".


Matías sólo bajaba  la persiana de  su taberna durante las dos horas largas que duraban las corridas que se  celebraban en Barcelona.


En 1946 Matías traspasó el local  a un tal Calixto, que mantuvo la actividad flamenca, pasando a llamarse La Venta Eritaña. Hasta hace poco, aún,  se podía ver la decoración de cerámica en la entrada al local, aunque lleva cerrado desde los años 90.


LA MACARENA.

Taberna flamenca.

Carrer Nou de Sant Francesc 5 (1941-2000)


Este es uno de los últimos que llegaron por los pelos a este siglo sin que nada cambiase hasta que en el año 2001 fue reformado para acoger las últimas tendencias en el campo de la música ¿avanzada?, tal como se define el local hoy en día y la mayoría de oferta tan original con que contamos hoy en día. Es el único local que mantiene el rotulo de la entrada flamenco y con el mismo nombre.


En el 1941 Domingo Escriba Rizo abrió  su taberna  flamenca en el número 5 del carrer Nou de Sant Francesc, uno de los callejones que embocan con Escudellers, a la altura del Restaurante Los Caracoles, con el nombre de La Macarena, frente con frente con Casa Matías.


Entre la oferta de tapas, se podían encontrar desde caracoles al pimiento, sardinas en escabeche, quesos manchegos o sus populares pajaritos fritos, acompañado de sus buenos vinos. Aunque lo que puso al local de moda fueron sus fiestas flamencas.


Entre la relación de artistas  flamencos habituales estaban: Andrés Batista, La Chicarrona de Jerez, Manuel Morao, Antonio El Buchito, Antonia la Bizca, José Cortés, El Cojo Luque, Juan Habichuela, Fernando Terremoto, Juan El de la Vara, ...


"Al año de estar en Barcelona, donde me buscaba la vida con Rafael Farina y Antonio González 'El Pescadilla', el marido de Lola Flores, volví a Cádiz con dinero, un reloj, varios trajes y hasta una gabardina, aparte de varios pares de zapatos. Antes de irme a Barcelona los zapatos me los regalaba don Dionisio Akron, el dueño de las fotos que había en la calle Ancha, que gastaba un 42. Yo tengo un 37 y los tenía que rellenar, porque si no al andar me hacía la mosqueta al darme en la nariz con la puntera. Nos hicimos novios en 1946, cuando Conchita trabajaba en la sala "La Macarena", y el 5 de septiembre de 1951 nos casamos en la parroquia de la Merced”. Bendito de los Gitanillos de Cádiz.


Pepe Utrera se hizo cargo del local en 1979 manteniéndolo en marcha hasta el fin del siglo, fue el último reducto del flamenco barcelonés, ya dentro de este siglo ni Barcelona, ni su relación con él,  fueron las mismas.


La Buena Sombra, tanguistas.





Con la llegada en 1956 de la Sexta flota norteamericana al puerto de Barcelona, el ambiente volvió a cambiar. La llegada de marineros americanos acentuó la popularidad de la zona, dirigiendo su oferta publicitaría a lengua inglesa, lo que ha perdurado hasta nuestros días, lo que no perduró en los locales flamencos fue el servicio de compañía de pago.


La zona empezó una decadencia total que siguió hasta la reordenación urbanística de la zona proyectada a en la  mitad de la década de los en el marco de les olimpíadas de 1992. Con la reforma del entorno y la construcción de les dependencias de la Universitat Pompeu Fabra llegó la desaparición de ese ambiente vinculado al flamenco, también desapareció un estrecho callejón con dos locales flamencos, la calle Gínjol.



LOS CABALES.

Cabaret flamenco.

Gínjol 1. (1940's - 1980's)


En la entrada del carrer Gínjol, en el número 1 y pared con pared con el cabaret La Buena Sombra, se inaugura en la década de los 1940's otro local de flamenco conocido como Los Cabales. El local formaba parte de los que el cante, el toque y el baile alternaban con los servicios de compañía de todo género y condición, gozó  del apogeo de los marineros americanos,   continuando su andadura hasta la reordenación urbanística de la zona proyectada en la segunda mitad de la década de los 1980's.

Flamenco y señoritas para deleite del guiri

06 de mayo de 1954


Un tocayo,  periodista, de nombre Cándido asiste a uno de esos tours organizados por la noche barcelonesa y cuenta sus impresiones en la revista Destino:


Entre las varias excursiones que Barcelona ofrece al turista figura un Tour nocturno recorriendo lo más conocido y transitado de la ciudad con tres visitas con espectáculo consumiciones comprendidas. Este trayecto a través de la denominada Barcelona de noche cuesta 140 pesetas por persona.   


Nos conduce el guía al bar Los Cabales. Atmósfera espesa. Espacio vital reducidísimo. Sale a una persona por ladrillo o cosa parecida. Una cortina que se descorre un grupo de turistas que, procedentes de otro autocar se retiran con la manzanilla ritualmente instaurada en su estómago. Hacen sentarnos detrás de las mesas y nos sirven un chorrito de manzanilla. Y luego empieza el baile flamenco. Las bailaoras sudan, taconean gimen saltan, bailan en suma y tocan las castañuelas. El encargado, con cara de mayordomo de transatlántico, canta palmotea, sirve manzanilla, hace juerga, cobra y retira copas, los turistas se van animando. Algunas francesas quieren tomar lecciones de castañuelas y amablemente las bailaoras improvisan el cursillo. Una pausa nueva irrupción del cuadro de baile de la casa e invitación a salir a bailar flamenco a alguno de los componentes de mi grupo. El respetable y simpatiquísimo canadiense de cabello plateado y lentes a lo Truman no se hace rogar y salva la situación con desplantes muy graciosos del brazo de la bailadora que gira a su lado como un torbellino. Grandes aplausos al terminar. Luego viene el número en que todos los turistas deben intervenir dando desacompasadas palmadas. Consumida la manzanilla y el cupo de oles se ha terminado la sesión. El guía explica que la segunda visita tendrá lugar en el cabaret contiguo en el salón de variedades La Buena Sombra  de la calle Ginjol.


En fila india irrumpimos  en el salón. Olor a brillantina y polvos, luz discreta, parejas indiscretas baile en la pista y orquestina en el escenario. Aquí tenemos derecho a una copa de champaña.


-¿Ustedes son del grupo? - pregunta el camarero.

-Exactamente.


Las señoritas de la casa preguntan si queremos bailar y les contesta el fotógrafo que venimos a trabajar mejor que a divertirnos.


-¿Éste habla español? -pregunta luego una vampiresa a lo Conde del Asalto, señalándome a mí Y el fotógrafo suelta ese capotazo genial:

-¡Qué va! ¡Cualquiera sabe qué idioma habla el tío ese!...

- Después del baile, en La Buena Sombra empieza a funcionar el foco multicolor y van apareciendo las…


El personal femenino mariposea anheloso de consumiciones. Los dos turistas han accedido a la invitación de beber en compañía de dos señoritas más bien peso fuerte. El camarero se ha acercado servicial:


-¿Qué van a tomar?

-Whisky! -han respondido ellas- al limón


Cerca de tres billetes de cien pesetas se han evaporado en pocos tragos cambiados entre unas y otros.

El espectáculo prosigue, procurando que predomine el sello español. Canciones toreras + Andalucía+ castañuelas+ baile flamenco= sesión para turistas.


-¿Vienen muchos?

-Hay noches que han desfilado más de un centenar.

-¿Qué cobran ustedes por consumición mínima?

-Treinta y cinco pesetas.

-¿El día más animado es el sábado?

-Al revés. El sábado es un día muy poco turístico.

-¿Se paga para bailar?

-No, señor, se invita luego a la que ha accedido y asunto concluido

-¿Se trabaja?

-No podemos quejarnos

-¿Las señoritas de La Buena Sombra están preparadas para el turismo internacional?

-Las tenemos de todas las nacionalidades y algunas se defienden bien en francés


(Cándido. Destino 6-5-1954)


Los Cabales (revista Destino)






LA BUENA SOMBRA.

Cabaret flamenco

Gínjol 3. (1900's-1988)


Uno de los locales nocturnos más longevos de la ciudad fue: La Buena Sombra, en la calle Gínjol, 3 junto a la Plaza del Teatre. Fundado  por el empresario Francisco Buxó y construido por el arquitecto Andreu Audet, especialista en locales de espectáculos. La  historia del establecimiento se remonta a los  1880's como el Café Sevillano, cambió varias veces de nombre pero con la denominación de La Buena Sombra, 1910,  fue cuando alcanzó su mayor prestigio. Por su escenario pasaron Raquel Meller o La Niña de los Peines. Con la Exposición Universal de 1929 el cabaret  recobró más notoriedad gracias al empuje de un nuevo empresario: Pier Porta, 1924, teniendo en cuenta los gustos franceses que aquí se conoció como tanguistas.


En el local por 1935  actuaba una famosa tanguista, María Sacramento, saltó a la fama por su belleza y por matar a tiros a su macró o macarra, del francés maquereau. Se ocupó de su defensa  un abogado de ERC, contó con el apoyo popular y de la prensa y, María resultó absuelta.


Las tanguistas o también llamadas, taxi-girls, bailaban por dinero en salas de fiesta, en lo que se llamó: bal musete. La sala vendía tickets cada uno daba derecho a bailar una pieza con la chica que escogiese. Al final de la jornada, los tickets recaudados por cada chica se le abonaban por la mitad de lo que le había costado el ticket al cliente. La otra mitad era para la sala de fiestas. Algunas veces, el baile era la antesala para otro tipo de actividades.  Los problemas económicos que acompañaron a esta época provocaron que muchas mujeres adoptaran esta actividad para poder completar sus ingresos.


La innovación tuvo éxito, hasta el punto de que la mayoría de cabarets y salas de espectáculo dedicaron unas horas al bal musete y las tanguistas.


Machín en La Buena Sombra


Acabada la guerra y huyendo de los nazis llegó Machín a Barcelona, uno de sus primeros locales donde actuó fue en La Buena Sombra. Allí sembró la semilla del son por Barcelona, luego por toda España, uno de los Rumberos por excelencia aquí y en Cuba, un eslabón de la rumba catalana poco frecuentado hoy.


“Los primeros años no me fueron nada fáciles. Tuve que pelear mucho y recorrer casi todos los pueblos de España haciendo bolos hasta que logré situarme y darme a conocer. En los cafés-cantantes alternaba con cantaores y con violinistas que casi siempre interpretaban las Czardas de Vittorio Monti. Yo, a lo mío y sin dejar de la mano mis queridas maracas”.


A partir de finales de los años 50's  el local fue frecuentado por la Sexta flota, llegaban tiempos americanos y todo empezó a decaer, todo. Atrás quedaba ese esplendor de La Buena Sombra de antes de la Guerra, en los  últimos años  inicio un proceso de decadencia creciente. Centro de encuentro de travestis y, a finales de los ochenta  se instaló un peep-show con  espectáculos de sexo en vivo desde las cinco de la tarde a las cinco de la madrugada. El año 1988 vio su definitiva defunción y desaparición,  la finca fue expropiada en 1991 para construir el aparcamiento subterráneo de la plaça Joaquim Xirau i Palau.


Moría una Barcelona vinculada al ocio con el flamenco, que ya fue un atractivo para guiris.


Por Candido Alvarez Sabin 19 de noviembre de 2024
¡ JORDI BONELL, ya no está ! La Guitarra Eléctrica con sabor a Barcelona.
Por Candido Alvarez Sabin 26 de abril de 2024
Quiero ser Libre LOS CHICHOS Ni más, ni menos Corrían los años 70 y la calle estaba caliente. Los Chichos, a partir de sus vivencias y su tremenda conexión con gran parte de la sociedad, fueron testigos y protagonistas de una época. Dejaron escritas canciones que son parte de las páginas sonoras del pueblo, y el pueblo se volcó con ellos, creando un fenómeno de masas tan auténtico como real. Nadie pudo acusarles de no estar con su gente. Ellos son el testimonio, cíclico, de la capacidad de la música popular para trascender las barreras conectando con las audiencias de manera auténtica y significativa. A eso, cabe, añadir que los tres son artistas de cuna que supieron conectar con lo más profundo del flamenco y todo el resto de personal que no fuese sordo. “ Quien canta de cabeza parece un mueble, hay que cantar de corazón ”, Julio González Gabarre Barcelona fue y sigue siendo una plaza de primera para Los Chichos como quedó plasmado en sus canciones y vivencias. Era una ciudad en esos años que se vivía deprisa-deprisa como le gustaba al trío castellano. Una de las primeras veces que vinieron les hospedaron en el Hotel Princesa Sofía, uno de los más lujosos de la ciudad en esos momentos, pero ellos se marcharon al día siguiente. Pidieron quedarse en los Apartamentos Gutenberg, hoy Hotel Sixties, en el pasaje Gutenberg, una puerta de entrada al Barrio Chino, en esos momentos aún vivito y coleando. Allí se sentían como en casa; un barrio que se volcaba con ellos. Cada vez que venían de dar un concierto, las vecinas les habían preparado siempre algo de comer. Dormían con las puertas abiertas. Las prostitutas, los huéspedes de vida errante, entraban y salían de sus habitaciones. Todos estaban pendientes de ellos, allí les trataban como reyes. En uno de sus conciertos en Barcelona aparecieron unos policías que se identificaron ante su manager como miembros de la Brigada de Estupefacientes. Querían verlos en el camerino. Eduardo, el manager, pensó que era el fin. De hecho, justo al entrar, les pillaron metiéndose unos tiros, no había problema, esos agentes también eran seguidores suyos. Saludaron, se acomodaron y llamaron a un confidente para que les trajera más material. El sujeto llegó a toda mecha y según recuerda el manager: “Era increíble, metían la mano en la bolsa y la sacaban a puñados”. Jero deja Los Chichos En un concierto en Barcelona, Jero llegó tarde y le sustituyeron por Junior, el hijo de Emilio, desde entonces miembro del grupo. Lo vio como una falta de respeto inexcusable y decidió abandonarlos. Era 1989. Los Chichos siguió y ahora anuncian su retirada después de 50 años.
Por Candido Alvarez Sabin 8 de abril de 2024
EL KIKI “ No soy un Cantaor de silla ” Santiago Cortiñas Barrul Kiki Cortiñas, no es un Cantaor de silla lo que le da unos matices y maneras que lo hacen un Cantaor original. También cabe destacar su labor como compositor, músico y productor. ¿Para cuándo su trabajo discográfico? “Es muy importante aprender de lo antiguo porque ahí está la verdad ” Santiago Cortiñas Barrull nace en el seno de una familia gitana en Lugo, 1985, criado en el barrio de Fingoi, vive hoy a más de mil kilómetros en Almería casado con una hija de Tomatito, del Atlántico al Mediterráneo. "Como tengo hijos pequeños compongo cuando voy de compras al Mercadona" Empezó componiendo en el desván de su casa con el multipistas de su tío, en lo que no queda dentro de los territorios flamencos oficiales, Lugo. En el 2019 “De Verdad”, de José Mercé y Tomatito, fue nombrado mejor álbum flamenco en los premios Odeon, firmó diez de los once temas. José Mercé resalta su gran colaboración: " Es una maravilla y nos está ayudando muchísimo. Nos ha hecho muchas cosas. Siendo tan joven nos está enseñando mucho a los dos ” El Kiki se inició con cuatro o cinco años cantando en el Culto de la Iglesia Evangélica de su barrio, como es tradición en su familia. Allí empieza a aflamencar las canciones para Dios y las empieza a sentir desde una forma personal, el Pastor ya le da un papel protagonista en el Coro. “Me inicié cantando en la iglesia evangélica de Lugo. Tenía cinco años. Iba al Culto con mis hermanos, mis tíos y mi familia”. Su otra gran influencia le llega por su familia, el Flamenco está en la casa y en las fiestas que celebran. “Cuando tenía cinco o seis años el disco que se escuchaba en la casa era el último de Camarón que era Potro de rabia y miel (1991) o Zyryab (1990), de Paco de Lucía. Yo creí con esa revolución, protagonizada por esos dos genios. Me tocó otra época de mayor fusión, pero después te enteras que existe una tradición y unos cánones. Eso tiene que estar presente siempre, igual que saber que estos dos genios nos abrieron paso a las músicas del mundo, abriéndonos al jazz, al rock, a la literatura, a todo”. Otra puerta a la que entró como niño fue la escena musical gallega, allí descubre otros estilos, el Jazz entra en sus códigos. “Debuté en el Clavicémbalo, un club de música en directo de Lugo, con 9 años, con Cuchús Pimentel”. “Músicos como mi amigo Telmo empieza a hablarme del jazz, lo escucho en el Clavicémbalo,... Ella Fitzgerald, West Montgomery, Path Metheny,... Lo que me cuesta más entender es el free jazz por su sistema para improvisar”. “Sonoramente. Me ayuda mucho en las transiciones. Aunque yo no sea consciente, está ahí”. ¿Cuál fue el repertorio? “Cosas de Camarón, sobre todo. Temas de los discos que había hecho con Paco de Lucía. Lo que escuchaba en casa. Entonces nos parecía normal. Mucho después me di cuenta de que eran dos genios, dos personajes que marcaron época”. La escena musical del flamenco y el jazz se dejan seducir por El Kiki, graba unas cintas y estas empiezan a salir de Galicia. “Con ocho o nueve años me escuchó Antonio Carmona de Ketama y me llevó a una sala mítica de Madrid, la Caracol. Después me grabaron un disco con once años y hasta hoy”. En 1996 graba su primer disco “Mala suerte”, en Santiago de Compostela con Clave Records, con 9 temas: Mala suerte (tangos); Prohibido (bulerías); De menos (soleá); Consuelo (tanguillo); Rumba para José; Alegrías de mi tierra; Se me acabó el cante (fandangos); Canción del olvido (bulerías); Martinete. Le acompañan: Jesús Pimentel "Cuchús", guitarra flamenca, eléctrica; Marcos Teira, guitarra flamenca; Pedro Onieva, cajón, tabla, bongos. A partir de ese momento empezará su carrera como solista que sólo se vio interrumpida un tiempo debido a los cambios de voz. “Cuando Josemi Carmona me llamó en 2011 para acompañarle en la gira de su disco “Las Pequeñas cosas” me dio una alegría que le agradeceré todo la vida". “Mi primer concierto en Madrid, con 9 o 10 años, fue en la sala Caracol, que llevaba Antonio Carmona, y Josemi vino a verme. También vinieron a verme cuando presenté mi primer disco, con 12 años” “Josemi lleva tiempo comentándome el proyecto del disco y su deseo de que esté en su banda. Es un orgullo que cuente con mis servicios musicale”. Josemi Carmona le eligió para que le acompañe en la gira de presentación de su primer disco, “Las pequeñas cosas'” (Universal Music), se ocupó de la voz principal y de tocar la guitarra en los conciertos del músico madrileño. “Somos compatibles porque no solamente es flamenco, son también otras músicas”.
Por Candido Alvarez Sabin 25 de marzo de 2024
Suena La Pena El Cante para hasta los Pasos de la Semana Santa Era la Semana Santa del ochenta y siete. Por destinos de la vida me vi involucrado en el desfile a paso lento de la Infantería de Marina, San Fernando, un acto meticulosamente orquestado y pautado, uno de los pocos capaces de pararlo es el Cante. En el flamenco Manuel Torre, a través de sus sonidos negros, fue uno de los pioneros, le siguió el camino Agujetas. La Pena Sonora Contaba su hijo Tomás Torre que estando Manuel en el balcón de la casa de Don Eduardo Miura una mañana de Viernes Santo, al aparecer en la calle la Sentencia empezó a cantar Manuel con su voz densa y nasal una saeta, con tal enjundia que cuando acabó, la multitud congregada en la plaza de la Encarnación no sabiendo como expresar sus emociones y no pudiendo (estamos en Semana Santa) aplaudir ni vitorear, empezó a agitar pañuelos blancos en emotivo y silencioso homenaje al cantaor. Un gitanillo que le acompañaba, le dijo a Manuel señalándole a Eduardo Miura: “Fíjate, primo, con la “malage” que gasta criando toros y ahí lo tienes que lo has hecho llorar” Ricardo Molina completa el cuadro y comentaba que a Manuel se le atribuye ser el causante de la costumbre sevillana y andaluza de mecer los pasos de la Semana Santa. Dicen que en una ocasión cuando el Torre cantaba una de sus estremecedoras saetas y el capataz dio orden de iniciar la marcha, los costaleros levantaron el paso, pero sin avanzar y lo siguieron moviendo a ritmo, en el mismo sitio, para poder escuchar bien la saeta del cantaor jerezano. Según Juan Talega, su voz tenía un “sonío” que se metía en la cabeza y su eco te duraba tres días. Lo que es indudable es que, como mínimo, conseguía que quien le escuchaba acabara llorando a moco tendido.
Por Candido Alvarez Sabin 8 de marzo de 2024
Como en pocos lugares La Niña de los Peines, entrevista en las Ramblas. Noticias del Flamenco en Barcelona,Francisco Hidalgo Francisco Hidalgo Gómez, natural de Posadas (Córdoba), en 1974 se trasladó a Cataluña, donde sigue residiendo en Cornellá, donde, además de su labor docente, desarrolla una intensa actividad cultural, social y política. El flamenco, desde una perspectiva barcelonesa, y Carmen Amaya, han sido algunas de sus premisas, en sus libros vuelven a abrir sus puertas los legendarios Cafés Cantantes, volvemos a sentir el latir de las más míticas figuras y participamos de ese arte que alcanzó cuotas insuperables en las calles y locales de Barcelona. Recupera una parte de la memoria perdida, otra dimensión de la historia barcelonesa. En “Como en pocos lugares. Noticias del Flamenco en Barcelona”, Francisco Hidalgo revive la época más fructífera de este arte y sus artistas, podéis encontrar sus obras publicadas en Ediciones Carena. De su mano nos trasladamos a la parte baja de la ciudad de principios del siglo XX.
Por Candido Alvarez Sabin 6 de marzo de 2024
DUQUENDE "Mi forma de vivir" ALMA100 Alma100 fue una revista musical, de distribución gratuita, con artículos rigurosos que plasmó durante unos diez años lo acontecido en el mundo del flamenco, a través de entrevistas, reportajes, reseñas de: espectáculos, discos o libros… Sus directores fueron: Javier Primo y Keiko Higashi. Con motivo de la publicación del disco del cantaor catalán: DUQUENDE "Mi forma de vivir" (K Industria Cultural 2006), Alma100 incluyó una entrevista donde habla de su nuevo trabajo, en un momento de apogeo tras sus giras con el grupo de Paco de Lucia. Desde Can Puiggener (Sabadell) Once cantes, grabados a su gusto, en Barcelona y rodeado de un personal mayoritariamente local, la guitarra de Chicuelo, el bajo de Benavent, la trompeta de Raynald Colom, la percusión de Roger Blavia y Piraña, y Niño Josele, también procedente de las filas de Paco, que colabora en una de las tres bulerías del disco.
Por Candido Alvarez Sabin 1 de marzo de 2024
Jerez y/o Salamanca Rafael Farina y La Paquera 7 noches en el Teatro Calderón Rambla Cataluña (Bcn): 1965 El Teatro Calderón, estuvo situado en la esquina de diputación con rambla Cataluña, allí presentaron el espectáculo: “Bronce y solera”, como cabezas de cartel: La Paquera y Rafael Farina, entre otros destacados artistas. El teatro con un aforo de 1500 personas contaba, con otros espacios, como el Cine Cristina y una sala de fiestas que en su última etapa fue el Teatro Candilejas. El teatro cerró sus puertas en 1967, dos años después de .las 7 noches del espectáculo “Bronce y solera”. Corrían tiempos de cambios y una tremenda influencia llegaba particularmente desde Hollywood, que hizo de la blanco, negro. Otro concepto del espectáculo se nos venía a imponer, a pesar de ser el génesis creativo de su imperio de tendencias del espectáculo. El elenco artístico contaba con las atracciones: Merci Peña, Fernando Esteso, Elena y Antonio, Presentación Palacios, Los Monosabios, Jesús Perosanz, el ballet Los Tarantos con su cuerpo de baile, Luis Flores, Margari Méndez, Moraito de Jerez, Vargas Araceli y la colaboración de Esmeralda Mistral. La coreografía de Luisa Pericet y la orquesta dirigida por el maestro César Antolín. Entre estos encontramos: cómicos, chirigotas, cantantes de otros estilos en boga en ese momento, orquesta… y flamenco, los espectáculos con los que triunfo por toda América Carmen Amaya, se acompañaba de Jotas o Muñeiras.
Por Candido Alvarez Sabin 27 de febrero de 2024
Flamenco en San Gervasio 1958: La Paquera, El Terremoto, Morao y la Chunga para el Ministro de Comercio Británico de mano de la burguesía barcelonesa. Sant Gervasi de Cassoles, se anexionó a la Barcelona en 1897. Próximo a Collserola y con especiales condiciones naturales, con un terreno cuajado de fuentes y zonas verdes, convirtieron estas zonas rurales en un espacio residencial de las clases acomodadas. En una de esas humildes moradas en junio de 1958 y publicado en La Vanguardia, una noche de flamenco en Barcelona.
Por Candido Alvarez Sabin 17 de febrero de 2024
Farruco  y su caja de ritmos: los caballos, en las antípodas de los loops x bulerías, mientras el Campo va agonizando. “No me gusta los que hablan de evolución y fabrican el baile como si fabricaran plástico. Si no hay esencia, sabor, memoria y arte, todo es plástico, mentira... mucho estudio y mucho ensayo". Estos días que se habla del Campo hemos de recordar la aportación de este a nuestra forma de vida, para el bailaor Antonio Montoya Flores, El Farruco, todo esto estaba presente, particularmente los caballos, como su baile de medio lado y sus remates. “Yo no he pasado por estudio de ninguna clase. A mí me han enseñado a bailar los caballos, soy el bailaor más autodidacta que hay, he creado mis propios bailes, y me siento orgulloso de eso”. Sin el Campo y su conexión natural, no habría ni orquestas, ni templos, ni universidades, ellos son la base de nuestra cultura. Sin la interacción con animales, plantas y el medio, durante el paso de las generaciones, no estaríamos Civilizados, ni hablaríamos de Flamenco. ¿Quién? lo hizo posible. Quién desarrollo toda la variedad de animales y plantas, en armonía con el entorno; observando, deduciendo, reunidos alrededor del fuego y las estrellas, crearon una fantasía, no había expertos, había Campesinos, normales y corrientes. Ellos crearon, también, la Música. Desde que cada día hay más expertos que farrucos y, por supuesto, que farrucas, todo parece plástico. Pero los farrucos, hoy, siguen observando: “Nuestros abuelos todo era cultivado y criado natural. Aquí el campo está difícil con la plaga de jabalís, es imposible lograr cultivar patatas, centeno, maíz,.. tampoco poder recoger las castañas o manzanas naturales. Los castaños enfermaron con la sequía,… Qué pena Cierto, castaños centenarios que sacaron mucha hambre de la gente y los animales”. Hoy los que adentran en el flamenco utilizan bases creadas mecánicamente para estudiar toda esa locura de patrones, estilos y variedades rítmicas. Sí hacemos un símil con el Flamenco y el Campo los dos se están secando y ambos saben funcionar sin máquinas. Farruco y su cajón de ritmos: los caballos. “No se me mete que yo esté bailando por soleá y haya un violín, una flauta o una caja. Si la caja soy yo, soy el tambor con mis pies. ¿Y para qué necesito una flauta?, si no soy ilusionista de cobras”. Contaba que aprendió a bailar en el vientre de su madre: "Imagínate a aquella gitana con el lío, los caminos, las canastas, y yo por dentro.... Hacía la cuca, ese salto que dan las caballerías cuando se ponen farrucos”. Gitano canastero, se definía como un completo autodidacta y aseguraba que fue dibujando su personal baile al compás que marcaban los caballos que le trasladaron por los caminos de la vida ya desde niño. El caballo tiene tres formas básicas de desplazarse: paso, trote y galope, cada una con un equivalente rítmico. Paso: Es el aire natural del caballo más lento, es equiparable al ser humano caminando, éste se desplaza a cuatro tiempos. Trote: Hay muchos tipos de trote, aunque todos respetan los dos tiempos, es un aire de velocidad intermedia, con un aire saltado porque hay momentos en que el animal no toca el suelo. Galope: A correr, es el aire natural más rápido, es a tres tiempos. Con la combinación de esos patrones rítmicos, la elegancia del caballo y sus conocimientos familiares de estos, como del Flamenco, creo su baile personal, sin escuelas, ni expertos. “Lo que bailan los muchachos que están saliendo ahora está más cerca del clásico español, no tiene casi nada que ver con el flamenco-flamenco. Yo, a lo mejor, no soy capaz de dar seis piruetas, porque no lo he ensayado ni me lo han enseñado, pero uno de éstos no podrá dar la vuelta flamenca en la vida. Se puede caer de espaldas y partirse siete costillas. Equivocan al público. Ensayan hasta la sonrisa. Hay muchachos que, con la tercera parte de la fuerza que emplean, podrían hacer barbaridades. Parece que se están peleando con las tablas” El Flamenco como el Campo sin su comunión con lo natural no tiene mucha sustancia, ambos vienen de un proceso de observación transmitido por nuestros antepasados y que poco a poco se va dejando morir, lo que no tiene mucho sentido a no ser que estemos dispuestos a comer pienso o plástico.
Por Candido Alvarez Sabin 2 de noviembre de 2023
CARMEN AMAYA Google Dooble Parlem-ne Google, hoy 02 de noviembre de 2023, dedica su Doodle a Carmen Amaya. y una entrevista, desconcertante, en su participación en La hija de Juan Simón El Google Doodle destaca acontecimientos importantes y personas que no siempre son bien conocidas, pero que son significativas para diversas comunidades de todo el mundo. Hoy, 2 de Noviembre, recuerda su legado en el 110 aniversario de Carmen Amaya. Que dice hoy Google para evidenciar su legado: “ Carmen Amaya cumple 110 años 2 de noviembre de 2023 El Doodle de hoy, ilustrado por la artista invitada Genie Espinoza, radicada en Barcelona, rinde homenaje a la bailarina romaní española Carmen Amaya. Considerada una de las mejores bailaoras de flamenco de todos los tiempos, la energía y personalidad ilimitadas de Amaya se manifestaban en cada uno de sus movimientos. Amaya nació un día como hoy de 1913 en Barcelona. Nació en una larga línea de bailaoras de flamenco. El padre de Amaya era guitarrista y, a los cuatro años, ella bailaba en tabernas y bares mientras él tocaba. Después de recorrer lugares del vecindario durante años, el expresivo estilo de baile de Amaya llamó la atención de un showrunner de variedades. La contrató en lugares prestigiosos como el Teatro Español de Barcelona y el Teatro Palace de París; este último se convirtió en un elemento básico de su carrera. En 1929, Amaya comenzó a realizar giras por España y Portugal con algunos de los bailaores de flamenco más respetados de la época. El baile flamenco tradicionalmente se centra en el movimiento de la parte superior del cuerpo, pero Amaya utilizó todo su cuerpo. Su rápido juego de pies se volvió icónico y le ganó fanáticos en toda América Latina. Finalmente se instaló en Buenos Aires y fundó su propio grupo de flamenco. Hicieron giras por todas partes, desde Cuba hasta Brasil. Después de una década viajando, Amaya se mudó a la Ciudad de México. En 1941, actuó en Nueva York y se hizo fan del presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, lo que resultó en una invitación a bailar en la Casa Blanca. Amaya pasó el final de su carrera en Hollywood y actuó en películas como La Historia de los Tarantos. Amaya ha sido honrada de muchas maneras, incluido el gobierno de España le otorgó la Medalla al Mérito Turístico de Barcelona y el Parque Montjuic de Barcelona cuenta con un monumento y una fuente en su honor. El legado de Amaya vive en los vericuetos de los bailaores de flamenco de hoy. ¡Feliz cumpleaños, Carmen Amaya!”
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