Para los amantes de lo correcto, Lorca ha sido un artista que ha contado con todo los respetos, para los demás también. Al igual que Camarón, destacado en el estilo de cante que tanto apreciaba el poeta, fueron dos claros aficionados al Toro, entendido como arte más que fiesta.
La última entrevista realizada a Federico García Lorca, publicada el 10 de junio de 1936 en el diario madrileño El Sol, sección “Los diálogos de un caricaturista salvaje”, este no era otro que su amigo, el pintor y dibujante Lluís Bagaría i Bou.
Con el título de “Diálogo con García Lorca”, nos habla de cante gitano o flamenco:
"Muy poca gente conoce el canto gitano, porque lo que se da frecuentemente en los tablados es el llamado flamenco, que es una degeneración de aquél. No cabe en este diálogo decir nada, porque sería demasiado extenso y poco periodístico”.
Y de Toros:
“El otro gran tema porque me preguntas, el toreo, es probablemente la riqueza poética y vital mayor de España, increíblemente desaprovechada por los escritores y artistas, debido principalmente a una falsa educación pedagógica que nos han dado y que hemos sido los hombres de mi generación los primeros en rechazar. Creo que los toros es la fiesta más culta que hay hoy en el mundo. Es el drama puro, en el cual el español derrama sus mejores lágrimas y su mejor bilis. Es el único sitio adonde se va con la seguridad de ver la muerte rodeada de la más deslumbradora belleza. ¿Qué sería de la primavera española, de nuestra sangre y de nuestra lengua si dejaran de sonar los clarines dramáticos de la corrida? Por temperamento y por gusto poético soy un profundo admirador de Belmonte”.
Deja como último testimonio publicado que el Toro y el Flamenco, son Arte. Cuanto ha cambiado hoy la sociedad, esos dos términos, están intentando que pasen al olvido.
A Camarón, desde niño, le pirraba una muleta, más tras cantarle unos fandangos a Manuel Benítez «El Cordobés» que le endiño 1.000 pesetas y su amistad, desde entonces mantuvo relación por carta con el torero. Por esta predilección había seguido frecuentando muchas amistades dentro del mundillo, empezando por los de su tierra hasta los más populares y divergentes en la manera de entender este arte, José Mari Manzanares y Curro Romero.
El juego de un niño, pasó a convertirse en un sueño adolescente de independencia y aventura o en una ilusión con que espantar la necesidad, cuanto más crecía más le subía la fiebre taurina. Solo hablaba de toros, de ser maletilla, de irse a los tentaderos, de triunfar en Madrid, Barcelona o Sevilla.
Siempre había soñado con verse en los grandes carteles y nunca abandonó la idea. Cuando ya su nombre empezaba a destacar en el panorama flamenco, le dieron una ocasión.
"A la luna, luna de enero
Con mi capote y muleta
Iba a los encerraderos
Porque a mí me gustaba esa fiesta
Y todito mi afán era de ser torero
Me dieron una ocasión
Para salir a torear
Se me quitó toda la afición
No lo quiero recordar”
Debut y despedida de un torero llamado Camarón.
La fecha fue el19 de octubre de 1975, el lugar: San Pedro Alcántara.
Los seis espadas del cartel lo componían:
Miguel Mateo “Miguelín”
Curro Romero
Antonio José Galán
Alfonso Galán
Juan Jiménez
El Camarón de la Isla
La hora fijada eran las cuatro y media de la tarde.
“Yo pensaba que iba a hacer el paseíllo y ya está o que no iba a venir pero acabó matando su toro y todo“, certificó el promotor Juan Jiménez.
Al mediodía comió poco y habló menos, según los testigos. Se vistió con mucha flamencura e hizo el paseíllo entre ilusionado y amedrentado.
Todo estaba acordado para que el novillo menos grande entrara en el turno de Camarón pero por error ocurrió que el reservado para Camarón salió antes y tuvo que lidiar un novillo de unas hechuras considerables.
Como era de esperar la plaza se llenó ante la curiosidad de ver a Camarón dispuesto para saltar a la arena.
La faena resultó algo accidentada con algún revolcón incluido. Igualmente sumó más de un pase de auténtico arte, que pareció recordar por mucho tiempo a todos sus amigos.
«A él le gustaban los toreros de pinceladas, pero para torear hay que saber primero la técnica y luego aportarle tu personalidad, no es fácil. De todas maneras cumplió perfectamente aquel día», otro de los protagonistas de la jornada, Alfonso Galán.
¿Cuáles son los intereses de la sociedad por anular el Toro?, quizás sea culpa de nuevo de esos disfraces progresistas.