El flamenco, como el jazz, es un lamento humano y eso suena igual en todo el mundo.
"Las raíces están en África. Da lo mismo que la música venga de Estados Unidos, de Brasil o del Caribe, todo viene de África. Por eso mismo es difícil hablar de un jazz blanco. Es como el flamenco. Yo conozco una chica alemana que lo baila, y muy bien, pero no es capaz de hacerlo cambiar. Cuando una música tiene tantas connotaciones etnológicas has de vivir allí donde nació, vivir en ella, en la música. Es la única manera de tener una referencia formal ", Gillespie.
África acaba en los Pirineos.
“Los flamencos tienen otras cosas que no se enseñan en el conservatorio y en la universidad, como pasa con los viejos rumberos cubanos o los músicos de blues en los Estados Unidos. Si uno quiere aprender a tocar blues no se va a aprenderlo en Berklee College of Music, se va a buscar a los músicos de blues a Nueva Orleans, Chicago, Detroit, Alabama… Pues lo mismo con el flamenco.”,
González.
2 Trompretas, Con Alma.
Todo empezó con una llamada de Dizzy Gillespie, quien siempre andaba buscando conguero.
Pero el primer conguero le cayó del cielo, Mario Bauza, otro cielo, le presento a Chano Pozo.
Fue el primer conguero, en una banda norteamericana de Jazz, un negro curro que revoluciono la percusión americana. Los negros curros, fueron los primeros pobladores de los puertos latinos, creadores de la mayoría del imaginario afro-latino. Su puerto de origen fue el de Cádiz, eran negros ibéricos. Muchos años más tarde llegaron otros de África y sólo juntos, con los blancos, sin animo de lucro esclavista, se puede contar esta historia.
Chano no tenía ni papa ni de música formal, ni de inglés.
Dizzy no tenía ni papa de música africana, ni de español, ni mucho de lenguas afro, como dominaba Chano.
En 1947, Chano propone a Dizzy grabar una Oda a la Marihuana. que acabará cambiando el rumbo de la música.
“Tengo una idea para una melodía. Chano era bastante ingenioso —cuenta el Dizzy—. No sabía hablar inglés, tarareaba, canturreaba la línea de base, la melodía —la idea es lo importante—, pero concibió la melodía, ya tenía pensado lo que debía hacer el contrabajo, cómo iba a arrancar y a entrar después los saxos, tarareaba los cambios. Tenía un riff. Y también lo de los trombones, agitaba los dedos de la mano derecha y golpeaba el suelo con el pie para indicar la dinámica del sonido de las trompetas. Sabía perfectamente todas las figuras que quería”.
“Manteca” se graba el 30 de diciembre de 1947, en la RCA Víctor, pero es en 1948 cuando estalla su popularidad mundial y se convierte en un himno del jazz latino (cubano).
Con la conga amarrada al hombro, Chano tocaba, bailaba y entonaba melodías en lucumí y abakuá, de sociedades secretas, de bembes en los solares. Llegó a convertirse en tremenda influencia para Dizzy, Parker, Davis... y un impulsor del reencuentro entre la comunidad negra norteamericana y África, se la habían extirpado de cuajo.
En una de sus visitas posteriores a Cuba, a pesar de la negativa institucional de su país, Dizzy hablaba así de él,
“Chano cambió el mundo musical, adaptó sus tradiciones de siglos a la música más avanzada de su tiempo, es un inmortal”.
"Sin Chano, la música en los Estados Unidos, hubiera sido otra cosa".
Murió, en la noche norteamericana, de un tiro por cuestiones de wanikiki, el 2 de diciembre de 1948, justo cuando Manteca se convierte en un éxito.
Dizzy no lo olvidará nunca y siempre se preocupo de llevar un conguero en su banda, buscando siempre nuevas ideas.
Veintitantos años después Jerry González recibe la llamada de Dizzy. La idea era terminar un par de compromisos en Washington, realizar una gira por cuatro estados y grabar un disco.
"Cuando conocí a Gillespie yo estaba tocando el tambor, pero él se dio cuenta de que tocaba la trompeta, y quería que tocara. Le dije: «No, me quedo con el tambor hasta que aprenda. Hay que esperar». Más adelante, cuando ya tenía formado «Ford Apache Band», lo invité a tocar conmigo. El toque ese le inspiró a hacer música afrocubana y le inspiró más adelante a montar la United Nations Orchestra (UNO), le vino bien porque él andaba entonces tocando boogaloo".
Jerry se convirtió para su ídolo, que no encontraba nuevos caminos, en tremenda aportación. Dizzy, le abrió sus caminos.
"Un día pasaba cerca de mi casa Dizzy Gillespie. Me recogió y me dijo: «Vamos a pasar por la casa del viejo». Imagina, yo llevo cuatro años con la trompeta y estaba sentado con esos dos maestros"
El viejo era el Sr. Louis Armstrong, que en una entrevista a la Vanguardia de 1955, declaraba:
¿Ha oído flamenco?
- Sí.
¿Hay puntos de contacto?
- Muchos; son expresiones del sentimiento.
Amstrong, otro Viper, era consciente que la música anglosajona solo mostraba similitudes armónicas con la africana, la de los españoles desplegaba semejanzas en el manejo del ritmo y del timbre.
"El Flamenco es como el blues de América. Tiene el mismo lamento. Es fácil para mí. Me gusta compartir con los gitanos" Jerry
Dizzy, compartía criterio, dedicándole un tema a los gitanos y al flamenco. El fraseado de su trompeta lo dice todo. La guitarra es de Elek Bacsik, gitano de origen húngaro.
"For the gypsies.
Ole"
"Con Alma" otro tema con spanish tinge. Gillespie, entre otros destacados, se rodea de Mongo Santamaria y de un joven trompetista, Quincy Jones,1954.
Jerry participa en la grabación de "Calle 54", una excelente película musical del Latin Jazz, del director Fernando Trueba. Corría el año 2000 y después del último concierto de presentación de la película en Madrid, Trueba le presentó a " El Cigala" y al resto de piratas flamencos. Un encuentro que nuevamente lo cambiaría todo.
"¿Qué vas a hacer ahora?», me preguntaron. Les digo que me vuelvo al día siguiente a casa. Al rato me preguntan que por qué no me quedaba. «No puedo«, les dije. «No puedo pagar hotel aquí, quedarme así..«. «No«, me contestan, «te vienes con nosotros y estás en casa, no hay problema".
Acabaría transformando en un auténtico pirata del flamenco.
Jerry González & los Piratas del Flamenco fue el primer fruto de sus tiempos en España, junto al guitarrista
Niño Josele, el cantaor Diego
El Cigala
y el percusionista Israel Suárez
El Piraña. El álbum fue nominado al Grammy como mejor disco de jazz latino y obtuvo el galardón de la crítica en los premios de jazz de Nueva York dentro de la misma categoría.
"Josele empezó a tocar el riff que le había salido mientras estaba escuchando la grabación del día anterior. Yo mis congas. Y así empezó: la la la la, doo doo… alone. So I do my drums: tuc pac pac tuc… Y calzó ahí mismo, and I said OK. He said, «I’ve got this idea: you play this,» and I said OK. And he played the first thing when we played cajón, just to set up the rhythm. Y así encontramos la línea melódica para eso. And then we started doing the shit up there, it was just me and Josele. The majority of the album is just me and Josele, you know; I’m doing the horn shit, the percussion shit, and he’s doing the guitar shit, you know. I taught him some shit, he taught me some shit, you know. And we did the record, man!"
Trabajo en la fusión del flamenco y el jazz latino, en diferentes proyectos.
«El primer álbum de flamenco que escuché en mi vida fue «Potro de Rabia y Miel» de Camarón y Paco de Lucía, el disco de despedida de Camarón. Fue una revelación. No imaginaba entonces que acabaría grabando con Paco en su álbum “Cositas buenas”. Cuando llegué a España con «Calle 54″ enseguida me compré sus discos. Cada uno era mejor que el anterior. Este disco homenaje era lo mínimo que podíamos hacer quienes le conocimos y admiramos para reconocer lo que nos dio con su música.»
Jerry González y los Piratas del Flamenco: "Obsesión"
Vivió, ya, a caballo entre Madrid y Vigo con su pareja gallega, hasta que el 1 de octubre de 2018, un incendio acabo con su vida.
Por las venas nuyorriqueñas de Jerry González, corría también sangre asturiana.
-¿Conoce algo de la música asturiana?
"Tengo que aprender mucho. Lo más parecido fue una vez que estuve en Ortiguera, que toqué con gaiteros. Yo me sorprendí de que hubiera gaita, pero, claro, está tan cerca de Inglaterra."
No acabo de aprender y no se puede saber todo, las gaitas que se tocan en el noroeste peninsular, ni ninguna, son de origen británico. Las gaitas llegaron de África y de Galicia llegaron a Irlanda. Las británicas son muy grandes pero con el ritmo iban perdidos como sus congéneres asentados en norte américa. No le paso lo mismo a sus familiares asturianos instalados en Puerto Rico, que junto a la población local compartieron alegrías y penas, boleros y rumbas, compartieron la sangre para crear una nueva donde todos contaban, sin discriminación de colores.