Juli Vallmitjana, Farruca del Argenter.
“En este país, [LOS GITANOS] no gozan del menor prestigio y he tenido la suerte de hacerlos interesantes a muchísima gente”.
“Nostra raça, perdent-se
Va enllà de la memòria
Pels segles confonent-se
Sa misteriosa història“
“Oh país indiferent, com caus! Pàtria meva, com dorms el son d'aquella mare ubriagada que té els seus fills abandonats! Ta indiferència, tard o d'hora, et farà abaixar la cara avergonyida".
Un precedente Lorquiano, dentro de la intelectualidad europea, él fue el único que aprendió caló.
Emprendió una tarea pionera y a la contra de los procesos culturales de su momento. Mientras se consolidaba la tarea de normalización lingüística del catalán, decide tomar otro camino. Se introdujo en los otros mundos, dedicándose a registrar el habla de los gitanos y a conocer de primera mano sus costumbres y forma de vida.
Trastocó todos los esquemas del establishment Catalá; una lengua que no tenía literatura de pronto pasó a formar parte del teatro catalán.
Su inconformismo, unido a las ganas de salir del aburrimiento en que vive la cultura catalana encorsetada, lo adentra para poder dar vida a lo que él cree:
“Vivía en una ciudad indiferente a los gitanos”.
Poco parece que ha cambiado hoy, a no ser que la indiferencia o ignorancia sea mayor. Ya hace unos cien años nos recuerda el esperpento de la sociedad, plena actualidad:
“¿Què els quedaria en aquests, si no fos allò que ells en diuen forma? Són com un tros d'arbre corcat que per entre ses fibres no hi passa saó”.
En alusión a los jóvenes ilustrados que, a principios del siglo XX, se empezaban a abrir paso, muchos de ellos hacia algún cargo institucional.
“Forma, demanen els buits de cervell; forma, demanen els ineptes fracassats per inèrcia cerebral”.
Juli Vallmitjana Colomines: platero, pintor, narrador, novelista y dramaturgo.
Nació en 1873 en una calle desaparecida de la vieja Barcelona, la calle Graciamat.
Su padre fundó la empresa familiar "Platería y Metales Vallmitjana", un taller de orfebrería y de estampación de medallas, en la calle Asturias en la Vila de Gràcia. El oficio lo heredó Juli y lo ejerció a lo largo de toda su vida. Le permitió gozar de una posición social y económica envidiable, pero no se conformó con lo superficial.
Su primera voluntad artística fue la de pintor.
Entre 1893 y 1896 estudió en la Escola de Belles Arts de Barcelona (La Llotja), formando parte de la "colla del safrà" o de "Sant Martí", con los pintores: Isidre Nonell, Joaquim Mir, Ramón Pichot, Adrià Guay o Ricard Canals, para pronto estar cerca de Rusiñol y Casas, otro para de flamencos. Viajó a Ginebra, París y Limoges para perfeccionar sus estudios de pintura, donde toma conciencia del interés de la Europa intelectual por lo Gitano.
Pero debido al suicidio en 1897 de su padre o por su indecisión, propia de su carácter introvertido y depresivo, abandonó la pintura para empezar a escribir.
Una literatura que tiene mucho de pictórico
Frecuentó las tertulias de Els Quatre Gats y demás templos intelectuales de la Barcelona pujante, aunque:
“Para muchos, seguramente, el medio de investigación se halla única y exclusivamente en la biblioteca”
Lo que le llevó a descubrir los barrios gitanos, sus periferias y su lenguaje.
Le preocupaba que:
“las eminencias del mundo literario” rehuyeran el estudio sobre el terreno:
“el único que puede conocer, con exactitud, los cuadros sociales”
Empezó a frecuentar el barrio chino y los ambientes gitanos, manifestando un interés personal por la realidad social y humana que allí se vivía. De todos los señoritos de casa buena fue el único que acabó conviviendo, trascendiendo la curiosidad y empapándose de un mundo que a la vez que lo seducía, le estremecía.
Allí, pues, encontró la inspiración para su obra escrita, un retrato tan profundo en que a menudo se hace difícil separar lo que es crónica de lo que es ficción.
Él lo tomaba como un intercambio, si los gitanos le daban acceso a su léxico y su entorno social, él les debía corresponder. Acabaron estableciendo una buena relación, y cierta dependencia mutua, dinero por vivencias.
Vallmitjana recolectó el caló de Barcelona, que no era igual que el español; estaba plagado de fórmulas y préstamos del catalán.
En un dibujo de la época azul, de 1900, conservado en el Metropolitan de Nueva York, Picasso retrató a Juli Vallmitjana como si fuera uno de esos personajes suburbiales que iba a buscar en las barriadas.
Ocho años mayor que Picasso, se convierte en su guía por los bajos fondos, marcando la producción picassiana de primera época. Pero también marcó la carrera de Isidre Nonell, primero con los enfermos de cretinismo y luego con los gitanos.
Marcaron un punto de inflexión en el arte catalán: rompieron con la academia y adoptaron al pueblo como protagonistas, con una estética más expresionista y dura.
Guio a Nonell y Picasso a través de las barriadas gitanas, para que estos acabasen pintando lo que el narraba. Plasmó en su obra los escenarios de la otra Barcelona, donde tabernas, barracas o arrabales, mostraban la cara opuesta al Modernismo imperante, ostentoso y burgués, por oscura procedencia.
“En aquellos antros de perversidad se siente la falta de la bienhechora mano de la civilización. Mientras damas encopetadas organizan asociaciones benéficas o tómbolas con fines caritativos, cuando en realidad no responden más que a un verdadero afán de exhibición, relegan al olvido aquellos barrios”.
No sólo aprendió caló, sino que publicó un breve diccionario caló-catalán, única fuente escrita de la lengua. Quizás esta labor haga del Sr.Juli, la de pionero en el estudio del léxico gitano, lo que lo convierte en uno de los primeros escritores en introducir este idioma en sus obras, cosa que no hicieron los europeos, ni por asomo.
Un precedente lorquiano,
Cuando Lorca tenía seis añitos, Margarita Xirgu, tenía 18, cuando debuto en el teatro como protagonista en “Thérèse Raquin”, en el Círcol de Propietaris de Gràcia, de la mano del alquimista: Vallmitjana.
Cinco años después.
En 1911, estrenó en el Teatre Principal una de sus obras más populares, Els zin-calós, y también, con la Xirgu, esta vez tuvo que pintarse la cara para agitanarse.
En los años 20, Margarita Xirgu se convertiría en la musa de Lorca con Mariana Pineda, Bodas de sangre, Yerma,... , debió valorar su experiencia.
Su conocimiento de lo gitano, convierten a
Vallmitjana en
pre-lorquiano por años, y si alguien pudo influir, fue este en
Lorca.
La Farruca de Juli Vallmitjana:
“Nostra raça, perdent-se
Va enllà de la memòria
Pels segles confonent-se
Sa misteriosa història
Mira taiolo
Mira taioli
La flor més bella
Serà per mi! “
Esta farruca, no sabemos si escrita o recopilada por Vallmitjana, tuvo un gran éxito en su estreno en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, debido quizás, al baile sugerente y transgresor de La Perla Negra, una bailaora cubana. ¡Mare de Deu, una bailaora, y, cubana, y, negra y, al Liceu!
Con este dato, debemos reivindicar una Barcelona flamenca, pre modernista y pre muchas más, que lo hace en catalán y sin complejos. Quizás la falsa moralidad, que tanto rehuyó el orfebre, nos ha hecho ver el flamenco, como algo del Sur, que lo es también. Pero influyeron más los Coros de Anselmo Clave para sacar a los trabajadores de las tabernas, no voluntariamente, “adoctrinada-mente”, que las inmigraciones,
Anselmo tiene la Clave.
Quizás sin el capital económico robado a la esclavitud, para luego sacárselo a trabajadores de fábricas, no se hubiese podido acabar con un flamenco en catalán, o en el idioma que haga falta. No debemos obviar que las Farrucas, vienen de Galicia y se cantaban en gallego o en el idioma que sea, como el garrotín.
Los cantes de levante, también se recuerdan en catalán, hasta quizás finales de los años 80 del siglo pasado, que el flamenco sufrió otra patadita hacia el lado, como sacándoselo de en medio, otra vez.
Hoy en día nadie hace flamenco en catalán de una forma natural; sí lo hay, es aprendido y no es el que le debió gustar al platero. Sirva de ejemplo la versión de Les Segadores, en la proclamación del último President de la Generalitat, ni chicha ni limona.
Parece que la historia se repite, igual que las Pandemias.
Se ha reivindicado esta originalidad de Vallmitjana, por el hecho de usar un idioma, dentro de otro idioma, pero lo que aprendió fue una forma diferente de vivir y de cantar.
Nadie le pone una banda sonora flamenca a Vallmitjana, a Nonell, al Modernisme, a Pau Casals,…
¿Por y Que?
La respuesta correcta no es Rosalia.
Ya Prosper Merimee dejó bien claro y mucho antes; en su visita a Barcelona vio guitarras, cantes y bailes, en calo y catalán, que le recordaba a lo que vio, escucho y sintió, en sus viajes por Andalucía.
Su Carta de despedida.
Relata que un día unos amigos gitanos le llamaron por teléfono a la orfebrería. No era normal que contactaran así con él. Pensó en algo dramático. El dramaturgo subió a Montjuic y encontró a sus compadres cantando y bailando. Esperó, pero nadie cortaba la fiesta para explicar a qué venía aquella llamada.
Los gitanos habían escrito una obra de teatro para su amigo.
Las visitas durante años y su interés en cazar palabras habían trastocado el concepto en los gitanos. Les dio el protagonismo haciéndoles ver que su mundo era valioso fuera de sus propias fronteras, que merecía difundirse y que podía ser, una forma de ganarse los cuartos.
Juli Vallmitjana murió el 5 de enero de 1937, con 64 años.
Para entender, algo, de la Barcelona flamenca, es necesario acudir a la escritura de Vallmitjana; una ciudad no es, sólo, lo que se cuenta de ella, sino aquello tan grande que se descubre cuando se mira en los rincones, y él lo hizo. Hizo una literatura de ruptura, de vanguardia, sin continuidad, nadie siguió su camino, quizás sea esta una de las razones del olvido en qué ha sido tenido.
Su visión universal le hizo pensar que su obra debería ser difundida por todo el mundo y así lo intento con todos sus contactos planetarios, que no eran pocos.
Obra de Juli Vallmitjana, sin tener en cuenta su pasado pictórico, que existe.
Teatro:
· 1906. Els oposats
· 1910. Jambus
· 1910. La tasca
· 1910. Aires de mar
· 1910. L'abella perduda
· 1911. En Tarregada
· 1911. L'espanta
· 1911. El corb
· 1911. Els zinc-calós
· 1911. Muntanyes blanques. Drama en 4 actos, música de J. Cumells i Ribó. Estreno en el Teatre Principal.
· 1911. Entre gitanos
· 1912. La gitana verge
· 1913. La gran diadema
· 1913. El casament d'en Tarregada
· 1915. Prop de l'ombra
· 1916. Tassarba (òpera). Drama lírico en un acto, música Enric Morera.
· 1917. Rují
· 1918. La mala vida. Drama en 3 actos. Estrenada teatre Còmic de Barcelona el 15 de marzo 1918.
· 1922. A l'ombra de Montjuïc
· 1923. El barander
· 1923. A la Costa Brava
· 1923. Cants d'Orient
· 1923. Don Pau dels consells
· 1924. La nova dèria o la fal·lera de Don Jaume
· 1927. La caravana perduda
· 1928. Gitanos (inèdita)
· 1929. En un racó del món (representada, pero perdida)
· 1929. La bruixa blava
Novelas y otros escritos:
· 1906. Coses vistes i coses imaginades
· 1906. De la raça que es perd
· 1906. Fent memòria
· 1907. De la ciutat vella
· 1907. Com comencem a patir
· 1908. Sota Montjuïc
· 1910. La Xava
· 1910. Criminalitat típica local
· 1932. Albí
· 1937. Lletres al meu fill David