Flamencos y Griots. La magia está asegurada. Ketama y Toumani Diabate.
“Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, los cuentos de caza siempre glorificarán a los cazadores”,
dicho Africano.
“Songhai es patrimonio de la música del mundo. La música no tiene fronteras. En la música no hay racismo, no hay esta cosa del dinero… Ojalá que aprendieran los políticos y la gente; porque la música es respeto”, Josemi Carmona.
“Creo que Songhai es protagonista en la medida que acerca la cultura del flamenco a la cultura mandinga. Hoy, 30 años después, la música se ha impuesto porque está basada en una relación franca, sincera y honesta. Este es el valor y la belleza del proyecto Songhai. Por eso cuando lo escuchamos hoy tenemos la impresión de que es un proyecto actual.
Aunque no hables gitano, español o árabe puedes tocar. La música tiene su propio lenguaje. Lo más importante en la vida es aceptar el aprendizaje, porque antes de ser maestro hay que ser alumno. Después todo fluye. En el caso de Songhai todo está basado en el amor y el aprendizaje mutuo. Después de 30 años, Ketama y Toumani no nos podemos comunicar a través de otro lenguaje. Es imposible. Lo que habla entre nosotros es la música.
Yo soy griot, y el griot es el embajador, el espejo y los archivos de la cultura mandinga. Yo tengo el rol de hacer conocer la cultura mandinga al mundo, y para mí Songhai es parte de mi papel como griot”, Toumani Diabate
“Es así porque sale de dentro. No es una música estudiada. Por ejemplo, nosotros no habíamos oído a Toumani, ni él a nosotros. No ha habido nada planeado, se ha dado todo en el momento. El flamenco tampoco es una cosa estudiada, es algo que sale de dentro, la cultura que tenemos desde que nacemos. Entonces, la fusionamos con la cultura de Toumani, que tiene que ver con el flamenco, porque Andalucía y África al principio…”, Josemi Carmona
Los Leones, siempre, han contado algo.
Si la tradición Mandinga era profunda e imponente, la Flamenca también lo era, ambas se amasaron de generación en generación durante muchos siglos.
Pasa, cuando pasa.
A finales de los años 80 del pasado siglo, Ketama y Toumani Diabaté, estaban buscando un hueco en el nuevo mercado de la World music, en manos británicas.
Songhai impulsaría sus carreras de forma definitiva.
En 1988, Ketama no estaba en sus mejores momentos, a pesar de las buenas críticas, David Byrne entre ellos. Todo el mundo hablaba del Nuevo Flamenco, pero las habichuelas no llegaban.
Mario Pacheco, Sr. Nuevos Medios, les plantea ir a Londres a vender el pescado.
Una noche aparecen en una fiesta en casa de la periodista de la BBC: Lucy Durán, gran aficionada y buscadora en África del misterio de la Kora, Toumani fue uno de sus hallazgos más importantes. A raíz del encuentro de ambos en Mali, en 1987 se edita, con el sello británico Hannibal Records, el primer disco de kora de la historia. “Kaira”.
Volvemos a la fiesta:
Ketama, dentro de un ambiente cosmopolita en la capital británica, no se sentían en su mejor terreno, pero el duende, sí lo tienes, puede surgir en cualquier momento. Para sorpresa de ellos, la velada musical corre de la mano de un maestro de la Kora. Griot por tradición familiar durante 21 generaciones: Toumani Diabaté, hijo de Sidiki Diabaté. Su cultura: la Mandinga.
"Yo tenía un concierto en Londres y cuando los vi aparecer fue una sorpresa"
En un momento, Los Carmona ya estaban haciéndole compas y jaleando al Diabate.
Surge la magia, los señores de la música Africana y Flamenca, todo ese pasado de un Al-Andalus, fantaseado, por intereses económicos, surge desde abajo, para darle una patada a toda la intelectualidad musical del momento.
Aquello fue el comienzo de Songhai el disco fue un pelotazo que incluía el Vente pa' Madrid y consagró a Ketama.
"A veces yo me pregunto
que hacemos con esta gente
Que hablamos el mismo idioma
y somos tan diferentes"
Rememorando el esplendor del imperio Mandinga, que de su disolución tuvieron buena culpa algunos Al-Andaluces, cuando Arma, Camara, hasta los Ferrer, y otros clanes, específicos, desbancaron sus costumbres, sobre todo el dominio económico, era la tierra del Oro, como metal y esclavitud.
Tremendo, como lo que pasa hoy en día con la persecución a la que se ven sometidos los Griots de Mali, por no sé quién, en nombre de un falso Ala; siguen existiendo ricos recursos a robar en la zona.
Los sincretismos culturales con el islam o catolicismo, han sido una realidad de tolerancia tanto aquí como en África, aunque siempre ha habido otros, que sean preocupado en radicalizarlos, enfrentarlos y, con la única consecuencia de poder robar mejor.
Un claro ejemplo es el Fondo Kati, biblioteca conservada por esta familia durante siglos y cuyo presidente es Ismael Diadié. Cuenta con 12.714 manuscritos sobre la historia de Al-Ándalus: del Sur de Francia, de los Imperios de Gana, de Malí, del Songhai y de la propia familia.
“Mi tatarabuelo Ali-Gao dijo:
“Hemos perdido la lengua (el castellano), el color (éramos blancos) sólo nos queda la memoria, y esta memoria está en los manuscritos””.
“Mi historia es parte de la historia de España y está escrita en la biblioteca de Tombuctú”.
“Quiero el entendimiento y el reconocimiento mutuo. Los casi 5.000 andalusíes que viven en Mali no quieren instalarse aquí. Su vida está hecha allí. Pero algunos jóvenes sí querrían venir. Y creo que tienen el mismo derecho que los sefardíes en venir a España con papeles legales en lugar de morir en el Mediterráneo. Me felicité cuando el Gobierno español reconoció una parte de la historia de España. Ahora queda por reconocer a la otra”.
Ahora vive en España, agradecido y con el sueño, de preservar aquí el archivo familiar, quiere tener sedes aquí. Desde 2013 no ha regresado a su país natal, asegurando que en Mali:
“No se puede resumir todo lo que he vivido en Tombuctú. Todavía no he superado del todo la ocupación de la ciudad, los obuses que caían, los tiros día y noche, los coches ocupados por islamistas pasando por las calles, las nuevas leyes impuestas y la imposición del terror.
La biblioteca fue cercada por hombres armados, tanto de día como de noche; en cualquier momento, caían casas, hombres morían, huían, y ninguna noticia era buena. Se instauró la caza a todo lo que no concordaba con el rigor y he tenido que esconder a cristianos para sacarles de la ciudad, dispersar manuscritos, irme con 55 mujeres y niños asustados, huyendo de las violaciones, los matrimonios precoces y el adoctrinamiento para ser militantes fundamentalistas”, sostiene Ismael Diadié
La pérdida o robo, porque alguien se lo quiere quedar, borraría otra huella de nuestro pasado que estuvo y está vinculado a África.
Sus primeros antepasados marcharon en los momentos que el pueblo Gitano hacia irrupción en la Península, curioso dato.
La primera rama y más antigua salió de Granada a mitad del siglo XIV. El poeta, alarife y viajero granadino Abu Ishaq Ibrahim al-Sahilí emigró en dirección a Oriente Medio y en la Meca se encontró con el rey de Mali. Acabó instalado en la conocida como Curva del Níger. Fue arquitecto de varias mezquitas, declaradas hoy Patrimonio Mundial, y murió el 15 de octubre de 1346.
“Tenemos todos sus manuscritos”, Ismael Diadié
Si de Granada marcharon hasta Mali, con Shongai surge de nuevo el recuerdo de ese otro Al-Andalus que aún se conserva en Mali, el que los antepasados de los Habichuela, se encontraron en Granada.
Sabemos que la mano que trazó nuestras fronteras, plasmó nuestras narrativas, cegándonos desde arriba; pero la cultura siempre ha acabado empujando desde abajo, sacándonos de monotonías, haciéndonos ver que otros mundos son posibles. Los caminos del arte siempre los ha trazado el pueblo, acabando siendo mercantilizados, y no por ellos.
“Toda esta movida ha venido de Inglaterra. A lo mejor si lo hubiéramos grabado aquí, sin haber tenido la aceptación que hemos tenido allí, el disco habría pasado desapercibido.
De hecho, antes de grabar con Toumani estuvimos allí y tuvimos críticas muy buenas, y a partir de ahí ha sido cuando de rebote ha llegado el eco hasta aquí. Y es una pena, porque el flamenco es de España, de toda España. Lo que no puede ser es que los ingleses vengan a enseñarnos la música que tenemos nosotros dentro, porque tocamos igual que cuando fuimos a Inglaterra. O sea, que da pena.
En cualquier caso, hay que decir que la kora es un instrumento que “se mete” muy bien en el flamenco, que por sí sola ya suena a flamenco”,
Josemi Carmona
Toumani Diabaté y Ketama, grabaron dos discos: Songhai en 1988 y Songhai 2 en 1994, ambos álbumes estuvieron producidos por Joe Boyd de Hannibal Records y Mario Pacheco de Nuevos Medios. El proyecto sigue y han sido muchas las colaboraciones, Songhai sigue vivo hoy, esperamos nuevos episodios.
Songhai con: Toumani, Josemi, Bandolero, Jorge Pardo y Javier Colina, en el Hotel Ac Recoletos Madrid, más de 30 años después.