“Sí te quieres por el pico divertir,
comete un cucuruchito de Maní”
Un afro gallego graba en NYC, una de las primeras odas a la Marihuana. El Manisero se convierte, con más de un millón de copias vendidas, en el primer hit en castellano en U.S.A, año: 1930. Para el mundo de la música afro-norte-americana fue, como lo fue para la de España, y de rebote en África, un rayo de alegría en sus vidas.
“Nací en Cuba de casualidad, pero podía haber nacido en Galicia.”
“Soy un cincuenta por ciento gallego. Además, te voy a decir una cosa: las gallegas más guapas están en Cuba o en Miami, chico. Son las que tienen la piel canela. ¡Te enamorarás de alguna cuando las conozcas! ¡Ya verás!”
Machín no fue un cantante muy conocido en Cuba porque emigró muy temprano, pero sí es una gran figura, la más importante de la música cubana en España.
“La figura de Machín está ligada a la cultura sentimental de la radio, que suponía una pequeña ventana por donde penetraba la luz en unos tiempos muy sombríos. He aprendido mucho de Machín y de la música que él hacía. Porque Machín era una esponja tremenda, en la cual cabía 'El manisero', 'Angelitos negros' y el repertorio de Oswaldo Farrés. También podía cantar guarachas con idéntica y pasmosa tranquilidad. Se lo sabía todo. Y alrededor de aquellas canciones, que eran historias, nacieron las vidas sentimentales de las gentes. Machín resultó fundamental", Serrat.
Embajador del tropicalismo en la Barcelona de los años cuarenta, se convierte en un elemento clave en el génesis de la rumba de Barcelona. Llegó en 1939 huyendo de los nazis, después de triunfar en las principales ciudades europeas. En Barcelona actuó por primera vez al sur de los pirineos, su segunda casa fue la coctelería Boades, donde se fundó una asociación de amigos de Machín y aquí es donde tenía pensado venir a retirarse.
Pronto lo de Las Maracas de Machín se convierte en un fenómeno nacional.
“Los primeros años no me fueron nada fáciles. Tuve que pelear mucho y recorrer casi todos los pueblos de España haciendo bolos hasta que logré situarme y darme a conocer. En los cafés-cantantes alternaba con cantaores y con violinistas que casi siempre interpretaban las Czardas de Vittorio Monti. Yo, a lo mío y sin dejar de la mano mis queridas maracas”.
Y con los flamencos:
¿Cómo conoció el bolero?
“Lo conozco desde Antonio Machín.” Cigala
Antonio Canales recuerda a su abuelo cantando los cuplés de su compadre Antonio Machín por bulerías. Lo que se generalizó en el flamenco, cantar los boleros por bulerías, y, muy bien.
Compartió giras por todo el país con artistas como: Juanito Valderrama, Manolo el Malagueño, Manuel Vallejo, Niño Ricardo o La Princesa Gitana.
Sin firmar un documento, ni mediar un previo aviso, Sevilla y Antonio Machín sellaron un compromiso.
El día de Navidad de 1941 actuó Machín para una ciudad que lo conquistaría y que él haría suya para siempre. Acabo enamorado de Sevilla y de una andaluza. Él, curtido conquistador, se enamoró en la Boite Hernal de una muchacha mucho más joven, Angelita Rodríguez, cordobesa, amiga de la hija del dueño. Él se enamoró de ella, y ella —«el negro es pa mí...».
Murió en Alcalá de Guadaira, cantando. Tuvieron que retirarle del escenario al que ya no pudo regresar. Lo enterraron en el Cementerio de San Fernando de Sevilla, por expresa voluntad, era el año 1977.
Sevilla lo tiene inmortalizado en bronce frente a la capilla de Los Negritos, de la que fue hermano cofrade.
Un cantante y persona recordado por una generación que, de lo canutas que lo pasaron, encontraron en su música y forma de ser, alivio.
“Cuando en 1946 explotó el polvorín de la Marina de Cádiz, él estaba allí para actuar en El Cortijo de los Rosales, y como el polvorín se encontraba junto a un orfelinato, Machín y su empresario estuvieron codo con codo levantando escombros y sacando los cadáveres de los niños. Ese era Antonio Machín como persona», Botafogo
Músicos cubanos visitan la tumba de Antonio Machín en Sevilla, un ritual desde 1994.
Compay Segundo, en 1994 cuando el sonero puso el pie en Europa para participar en el encuentro El Son Cubano y el Flamenco, quiso visitar la tumba de su paisano Antonio Machín. Desde entonces, los grupos cubanos que llegan a Sevilla acuden al cementerio de San Fernando cargados de ritmo y de ron, para rendir homenaje a su compatriota. Pancho Amat, el tresero más famoso de la isla, en su visita dijo:
“Machín el hombre que más aportó a la fusión de la cultura cubana y española”.
Antonio Machín nació en Sagua la Grande, Cuba: 1903.
“Porque mi padre, José Lugo Padrón, era un emigrante español que se fue a Cuba de casualidad… Así que permíteme decirte que soy negro de cuerpo por mi madre, Leoncia Machín; y blanco de alma por mi padre, el gallego José”. Machín
Sus padres, el orensano José Lugo Padrón y la negra cubana descendiente de esclavos Leoncia Machín, tuvieron 16 hijos, y todos fueron criados bajo la máxima de "pobres pero honrados".
"Él y yo éramos de la última hornada, estábamos entre los cinco más pequeños. Su nombre era Antonio Abad Lugo Machín, pero él optó por el apellido Machín porque era más comercial. Eso a mi papá siempre le molestó. Decía:
'Si es mi hijo legítimo, por qué va a ser Machín, si es Lugo".
"Él iba los domingos a la iglesia y cantaba en el coro. Lo hacía tan bien que el cura quiso propiciar que fuera barítono; es lo que él quería ser, pero en aquella época, por el color, no pudo realizar ese deseo".
"Papá se oponía a que él cantase. Por eso lo metió a trabajar en la bodega de un amigo español en el central azucarero de Sagua. Pero allí na'mas que hizo comer y engordar, y eso fue lo que aprendió, “ah” y a hablar gallego. No aprendió más nada, je, je, je", dice con picardía Gloria Esther Lugo Machín, Chiquitica, hermana del artista.
"A los 22 años marchó solo a La Habana y aquí empezó a trabajar de media cuchara en una obra", donde conoció a José Martínez, un sevillano que fascinado por su voz le presentó al trovador y guitarrista Miguel Zaballa. Con él Machín creó su primer dúo y se presentó en distintos centros nocturnos y en la radio.
"Cuando él empezó tocaba las claves. También se sabía acompañar a la guitarra pero su fuerte eran las maracas. Las primeras que tuvo las llamaba las abuelas; él las guardaba en una vitrina con todos sus trofeos, y aunque tenía otras, él siempre prefirió las abuelas".
Modesto Azpiazu, director de la orquesta que amenizaba las noches del famoso cabaret del Casino Nacional, lo conoció y lo fichó para su agrupación, convirtiéndolo en el primer cantante negro de una orquesta de blancos. Con Azpiazu viajó a Nueva York en 1930. Tras grabar El manisero, Machín saltó a la fama y ésta ya no lo abandonó jamás.
¿Y cuál es la canción a la que le tiene más cariño?
“El Manisero” por ser el primer éxito y “Angelitos Negros” porque es un gran canto social para defender a los míos.”
Dame de tu maní, dame de tu maní
Que esta noche no voy a poder dormir
Sin comerme un cucurucho de maní
En Cuba, víboras y en norte América, vipers: El Manisero llegó.
En el barco que lo llevó a NYC iba su compañero de orquesta: Mario Bauza, con el que formó su cuarteto en la gran manzana. Machín saltó a Europa detrás de la bailarina Delita, y Mario Bauza, se quedó para crear las mejores páginas del Latín Jazz y afianzarse en su defensa del uso de la marihuana. Juntó a Gillespie con Chano Pozo y nació Manteca, años después bautizo su obra maestra del género con el apelativo de: Tanga, ambos títulos huelen a mani.
Con la conexión entre New Orleans y La Habana, llegaron los tambores, el mandinga, yoruba y otras lenguas africanas, el animismo, pero también llegó la Marihuana. De hecho, las autoridades americanas, mantuvieron el vocablo castellano para asociar su consumo con la comunidad latina. Por extensión, los que la recibieron con extremo cariño fueron la comunidad afro, en particular los músicos del jazz y el blues, se la hicieron como los tambores y las lenguas, también suya. Pronto la formar de tocar de los músicos cogió otro tumbao, surgirían nuevos patrones rítmicos, en particular en los bajistas.
«Te hace sentir bien, tío. Te relaja, te hace olvidar todas las cosas malas que le suceden a un negro. Te hace sentirte querido, y cuando estás con otro fumador de hierba, te hace sentir una afinidad especial. Una de las razones por la que apreciábamos la hierba, como lo llamáis ahora, era la simpatía que sacaba siempre de la otra persona, sobre todo de los se encendían un buen porro”. Louis Armstrong, nunca dejó de consumirla.
Machín fue el primer artista internacional en grabar una canción elogiando los placeres de la marihuana, con esos cucuruchos que hacen divertir, detrás de él todos los grandes del jazz y blues norteamericanos le siguieron: «Muggles» (Louis Armstrong), «Sweet Marihuana Brown» (Benny Goodman), «Viper Mad» (Sydney Bechet), «That Funny Reefer Man» (Cab Calloway), «Viper’s Drag» (Fats Waller), o «Gimme a Pigfoot» (Bessie Smith).
Después de tener varios grupos en Estados Unidos, Machín viaja a Europa, la situación para un negro, aunque fuese gallego, era tremenda. El Ku Klux-Klan tenía millones de miembros, los músicos negros eran constantemente humillados debido a la segregación racial y a la represión, y muchos de ellos pasaron por experiencias muy traumáticas.
Vuelta escalonada a Galicia, vía Barcelona, Madrid o Sevilla, siempre llegaba al mismo sitio.
Cuba es Sevilla, con más negritos y, en ambas, muchos gallegos.
Machín recorre Inglaterra, Alemania, Suecia, Italia, Holanda... En París forma su propia orquesta y se presenta en La Coupole, pero al estallar la Segunda Guerra Mundial, cuando estaba a punto de alistarse en la lucha contra los nazis, coge rumbo a Barcelona.
Pese a la dura posguerra, Machín sale adelante y triunfa con unos temas antológicos. Fue, uno de los pocos, pero el máximo exponente de la música latina en el país. En los comienzos de su carrera española le recordaban subiendo a los destartalados escenarios, de las fiestas de aquellos días en los pueblos, con las maracas en los bolsillos del pantalón. Siempre se acompañaba de ellas.
El manisero, entona su pregón
Y si la niña escucha su cantar
Llama desde su balcón
La sala Shanghai, en Rambla Catalunya, 24, fue el primer escenario para Antonio Machín, era septiembre de 1939. Sus actuaciones gozaron de tanto éxito que llevó a la sala a cambiar su nombre por el de "Bolero". En Barcelona grabó sus primeros boleros a este lado del Atlántico: "Amar y vivir", "Yo te diré", "Toda una vida" y "No vuelvo contigo", que fueron profusamente radiados y formaron parte del universo musical nacional.
En 1945, dejó de vivir en la capital catalana y se casó en Sevilla con Alicia Rodríguez, pero seguía viniendo para actuar y grabar todos sus éxitos. "El cantante del corazón en la voz" vendió nada menos que 48.000 discos de la primera edición de su éxito "Angelitos negros”, estrenado en el Salón Novedades, con tres sesiones diarias, Barcelona 1947.
El éxito que tuvo el bolero en la España de los años cincuenta, y en particular, Machín en Barcelona, fueron inspiración para el génesis de esa Rumba que los gitanos empezaron a hacer suya. Su legado es evidente en la figura de Moncho, que una vez muerto Machín, recogió el apelativo del Rey del Bolero, antes lo tuvo el cubano, protagonizando giras peninsulares con Juanito Valderrama.
"Soy gitano y me he criado con el flamenco en mi barrio de Barcelona. Desde que tenía 12 años cantaba y bailaba con "El Pescadilla". Era un bolero-flamenco lentito.” Moncho
Rumba Gallega
Existen testimonios acerca de la inclusión de la Rumba en el repertorio de la gaita gallega desde el siglo XIX
.
Las maletas de los emigrantes embarcados en los puertos de Vigo y A Coruña a hacer las Américas portaban lo imprescindible para construir una vida, pero, aun así, la gaita siempre ocupó un lugar en el manual de supervivencia. Los gallegos de Cuba no sólo llevaron con ellos su legado sonoro y lo cultivaron profusamente, sino que lo ampliaron. De igual modo que la genealogía de cientos de miles de gallegos pasa por la isla caribeña, también las raíces de la música popular germinaron en ese cruce de muchas culturas.
La gente suele pensar en gaitas y personas con trajes coloridos dando brincos, sin llegar a intuir lo que verdaderamente esconde todo eso, el alma y voz de una región que bien es sabido “é terra de meigas”, y si ciertamente es así, tal vez su música sea el hechizo, algo que los vinculaba con la tradiciones afro en el caribe.
Hasta los años sesenta, y la eclosión de la mafia musical britano-americana, la comunidad hizo tradición propiciando el nacimiento de formaciones y géneros musicales.
La Rumba Gallega, en los orígenes del Latin Jazz.
Igual que paso por NYC Machín, se quedó Bauza y la formó. Por allí había llegado otro gallego que puso a bailar a la metrópolis, José Curbelo, le acompañan, entre otros, Chano Pozo y Tito Puente, tremenda sección rítmica.
Machín en Orense.
Con motivo de una actuación en el Café Teatro Xesteira, en la tierra paterna y publicado en Galiciaunica.es. Extracto del artículo y entrevista.
El negro tenía sangre gallega:
Pero, déjame que te cuente de Machín aunque todo lo sucedido aconteció en diez minutos, sentados en la silla plegable de un cutre camerino, indigno de una estrella como él…
-Don Antonio…
-¡Uyyy, chaval! Empezamos mal… Yo soy Antonio. Los artistas solo tenemos el don del arte y ese no se antepone al nombre”
-Perdone, Antonio… ¿Usted por qué se marchó de Cuba si nació allí? ¿Es de derechas? ¿Le gusta Franco?
-Mira chaval. Yo no hablo de política nunca pero te voy a contestar: Nací en Cuba de casualidad, pero podía haber nacido en Galicia. De ti para mí, lo único que me gusta de verdad son las mujeres y cantar.
-¿Por?
-Porque mi padre, José Lugo Padrón, era un emigrante español que se fue a Cuba de casualidad… Así que permíteme decirte que soy negro de cuerpo por mi madre, Leoncia Machín; y blanco de alma por mi padre, el gallego José.
Recuerdo que hube de esperar a que terminase el concierto para seguir conversando… algo que agradecí infinitamente porque lo vi entre bastidores…
Poca percusión… Un piano… Una guitarra acústica… Una batería que solo utilizó las escobillas… Sus maracas… ¡Y su voz!
No tenía micrófono delante como tienen todos ahora… Cantó todas. “Dos Gardenias”, la “Madrecita”, “Angelitos Negros”… Mi “Camarera”… Y terminó con tres bises para cerrar con el “Manisero”.
Fue apoteósico. Un exitazo que el público premió con largas ovaciones. Luego…
-Estoy agotado, chaval. Venga, dos preguntas y me voy a descansar…
-¿Siente que los gallegos somos racistas?
-Conmigo no, porque soy un cincuenta por ciento gallego. Además, te voy a decir una cosa: las gallegas más guapas están en Cuba o en Miami, chico. Son las que tienen la piel canela. ¡Te enamorarás de alguna cuando las conozcas! ¡Ya verás!
-¿Cuántos años tiene y cuantos conciertos ofrece al año?
-Los años ya me he olvidado y conciertos, unos doscientos.
-¿No son muchos?
-Ya descansaré cuando cante solo aquella… “Ya estoy en el cielo, corazón…”
Extraído articulo Galiciaunica:
https://www.galiciaunica.es/antonio-machin/
Antonio Machín con la Orquesta Radio de Vigo, en riguroso directo, años sesenta, esto si es sonido "mestizo". Antonio Moreira, funda la Orquesta en 1945. Muy al estilo Afro-Latin-Hood, el local de ensayo y de reunión de músicos y amigos será una barbería, alternando con su trabajo de peluquero hasta levantar la orquesta.
Cuando actuaba en Galicia , Machín viaja sin orquesta , sabía que allí lo sabían acompañar.
A Baracoa me voy:
El éxito de Antonio Machín en España duró hasta el día de su muerte, en 1977, en Madrid. Y hasta entonces él se ocupó de su gente en Cuba.
"En navidades aquí nunca faltaban los turrones, pero después de ese día, nada.”, su hermana.
Cada 7 de junio, se reúnen familiares, amigos y fans para rociar con ron su tumba y cantar sus canciones.