A lo largo del siglo XIX, La Malagueña, se convirtió en uno de los géneros musicales más populares, logrando entrar a formar parte del repertorio de artistas, en los lugares más distantes del planeta.
Uno de los primeros procesadores de este ritmo de moda fueron, los artistas flamencos, que empezaban a emerger con el siglo XIX.
Su aflamencamiento consistió en prescindir del ritmo abandolao que tiene en sus orígenes bailables, para interpretarse libre de compás por el cantaor. Es uno de los cantes más populares, y de difícil ejecución. Las diferencias entre ellas se basan en la melodía del cante, dando lugar a un frondoso árbol de variantes dentro del flamenco, particularmente, en las provincias sur orientales: tarantas, cartageneras o granaínas.
Igual que los cantaores se la hicieron suya, La Malagueña, también llegó a América y de rebote a África, en ambos casos una influencia en la génesis de sus músicas modernas, un siglo después que en la península.
El Jazz llega a la península.
“Anoche se presentó en Sevilla la agrupación de artistas negros que dirige el famoso bailarín Harry Flemming. La boga del arte negroide ha destacado a artistas muy notables, conocidos y aplaudidos en todos los teatros de Europa. Flemming es un bailarín extraordinario. Su agilidad y su sentido del ritmo y de la danza le han valido una gran reputación.
ABC de Sevilla el día 20 de Octubre de 1929
Oscar Alemán dejó Buenos Aires camino de Europa, vía Montevideo con destino al puerto de Cádiz, en 1929, formaba parte de la tremenda banda de Harry Flemming.
Caminos cruzados, La Malagueña de Oscar Aleman,
Uno de los primeros temas de lo que han llegado a llamar Flamenco Jazz, más swing no puede tener.
Oscar Alemán - Machagai, 1909 - Buenos Aires, 1980- un virtuoso guitarrista argentino. Criado en una familia de músicos, con notables dificultades se abre camino, desde muy niño, en el ambiente musical argentino, participando en la génesis del tango. Viaja a Brasil y conoce su música, su primer instrumento fue un cavaquinho. Cuando su constitución física le permitió coger una guitarra se la comió técnicamente, pero encima eran un tremendo espectáculo en el escenario. Trabaja con los principales artistas del panorama argentino, contribuyendo a su puesta de largo, cuando el tango dejó de ser arrabalero y muy negro, para pasar a ambientar los salones de la alta sociedad.
Su pasión, la nueva música que llega de Norte América, llamada Jazz, convirtiéndose poco a poco en uno de sus protagonistas.
Harry Flemming, de gira por Argentina, lo ve tocar la guitarra y no duda en contratarlo para realizan una gira por Europa, tras la cual Oscar se queda en Madrid, actuando por las principales plazas del país. En 1932 la bailarina estadounidense Joséphine Baker lo convoca a una prueba, tras la cual trabajan juntos hasta 1938, era el único músico que no sabía música escrita, lo que no impidió en convertirse rápido en el director musical.
Particularmente en sus estancias en París se codea con la escena del jazz europeo, pero los que más lo quieren serán los gringos.
Duke Ellington, se queda prendado con él, le pide a la Baker, sí lo deja ir a USA, contestándole:
“Canta, baila, toca la guitarra como nadie, es negro y es buena persona, se queda conmigo”
Louis Armstrong, la primera vez que lo vio como no llevaba su trompeta, sacó una boquilla e interpreto más de treinta melodías improvisadas seguidas, inspiradas por el toque de la guitarra de Oscar.
Django Reinhardt y Oscar, comparten en el Hot Club parisino, acabando muchas noches en el campamento gitano donde vivía Django y su familia. Ambos definieron gran parte de la guitarra en el Jazz, en un momento en que se estaba buscando cuál era su papel; la mayoría de guitarristas norteamericanos venían del banjo, la influencia de la guitarra les tuvo que llegar de fuera.
Estuvo del 1929-1939, en contacto con Europa, donde toco Jazz, de hecho visito, sólo unos días New York, no aguantó la presión de la segregación hacía los negros, por mucho jazz que tuvieran. Volvió a Europa hasta que los alemanes asediaron París, paso por España, que no veas como estaba y de vuelta a Argentina. Donde se convirtió en el mejor y más original músico, de jazz argentino.
Pero gran parte de ese tiempo lo pasó de los pirineos para abajo, África, y algo se llevó. Me niego a pensar que su versión del tema de Lecuona, Caminos Cruzados, sea su única influencia. Pero ni eso se menta en sus biografías, que debió pensar en esas noches madrileñas, sevillanas o barcelonesas, cuando la noche era
flamenca.
Día de la independencia de Senegal: 3 de agosto de 1960
A raíz de su hipotética emancipación los músicos africanos buscan también nuevas perspectivas.
Ibra Kassé para la inauguración de su nuevo: “Night Club Miami” en Dakar, forma una nueva agrupación musical: la Star Band, a principios de 1960. La banda contaba con músicos de diferentes países del oeste africano, su objetivo era definir la música moderna en la zona. Con el rodaje de los directos, pasaron a llamarse: Star Band “de” Dakar. El “de” su nombre destaca la principal influencia con la que contaron, la música latina, particularmente proyectada desde Cuba, fue su punto de partida.
En ese momento Las Malagueñas en la isla y todo Latinoamérica, la estaban pegando.
Malagueña de Dakar, por la Star Band.
El grupo, ya desde sus inicios, procedió a la Africanización de esa nueva música, las letras en castellano fueron adaptándose a sus idiomas e introdujeron su rico patrimonio musical. Cabe destacar la presencia de la guitarra eléctrica con sus tambores autóctonos.
La Star Band continuó con Kasse al frente y por ella pasaron los fundadores de la mayoría de grupos musicales del oeste de África, uno de los más prestigiosos: Orchestra Baobab.
Hasta que un cantante nuevo en la banda: Youssou N'Dour, a mediados de los setenta, acabó llevándose el liderazgo de la música en la zona.
En 1977 formó junto con la sección rítmica de la Star Band su propia orquesta, Étoile de Dakar, para con el tiempo convertirse en un artista de fama internacional.
Pero volvamos a este lado del estrecho:
Las Malagueñas del Mellizo.
Para no despistarnos, siempre están los cabales. Uno de los cantaores que la mastica mejor, aún hoy en día: Rancapino, al toque Paco Cepero. Este debió ser el estilo, que inspiró a Oscar, La Star Band o a muchos músicos por todo el mundo, también, aún en día. Si pudiesen tocar todos los tonos por los que dibuja este Sr. el cante, volverían a hacer algo nuevo, contando que le cabe siempre una buena sección rítmica.