Diseño del blog

زرياب El canto del Mirlo Negro Ziryab

زرياب

El canto del Mirlo Negro

Ziryab



El mirlo tiene como seña de identidad: su canto, uno de los más melódicos del mundo animal, se les puede escuchar con más fuerza durante el amanecer y el atardecer en el campo, jardines, incluso en la ciudad, con la capacidad para cambiar el tono de su canto. Canciones repletas de silbos y ricas melodías que suele acompañar moviendo las hojas del suelo, generando un sentido rítmico.


Se adapta a diferentes entornos, siendo habitual su presencia en las zonas urbanas. Su canto nocturno es una las adaptaciones al ámbito del ruido, en el bosque no cantan de noche. Han decido cantar durante la noche cuando el nivel de decibelios desciende considerablemente y su canto puede ser escuchado más lejos en ciudades o pueblos.


Según donde habite, es migratorio o no. Los mirlos que pasan el invierno en los países que formaron parte de Al Ándalus, no realizan viajes migratorios y residen en el mismo territorio durante todo el año.


Algo similar le pasó a Ziryab, después de migrar por varios destinos, por donde fue acrecentando su leyenda, acabó asentado en Córdoba para definir la musicalidad andalusí, dejándonos tradiciones imborrables y formas de concebir la vida que se han mantenido hasta la actualidad. Fue uno de los responsables del refinamiento que consiguió Al-Ándalus en el siglo IX, cuando en Europa ni se lavaban, Córdoba tenía 600 baños públicos o una biblioteca con más de 400.000 volúmenes catalogados.


En 822 pisa suelo peninsular en Algeciras, en la época al-Jazĩra al-Hadrã, la Isla Verde:


“Algunos lo describieron cuando su llegada a al-Jazĩra, con un sombrero de astrakán que cubríale la frente hasta las cejas, despejando sus orejas y cuello, con su barba teñida de henna y, bajo sus párpados ennegrecidos con kohol, sus ojos brillan… A su paso, rodeado de sus mujeres jóvenes y hermosas y sus muchos hijos, emana un agradable aroma de flores”

Ziryab, del persa, زرياب, Mirlo Negro


Abul-Hasan Alí ibn Nafí, nació en Mesopotamia, en los tiempos de las mil y una noches, por el año 789. Su apodo le viene de su tez negra, su hermosa voz y su carácter agradable, atributos que recordaban a un mirlo. 


Ziryab pasó a la historia por su labor musical como uno de los precursores de la guitarra actual, instrumento imprescindible en el flamenco, al añadir una quinta cuerda al laúd. En Córdoba fundó el primer Conservatorio de Europa, contando con una muy prolífica labor de composición, llegando a crear unas 10.000 piezas que era capaz de memorizar. Su máxima aportación a la música islámica fue la creación de la Nawba, una “suite” clásica: vocal e instrumental, que englobaba influencias cristianas, judías y africanas, con el clasicismo oriental.


Sus enseñanzas sobre música e instrumentos tendrían gran influencia sobre sus contemporáneos cristianos, judíos o ateos.


Este hombre polifacético ya hablaba de las propiedades terapéuticas de la música hace once siglos, labor que compaginaría con la de poeta, astrónomo, gastrónomo y creador de tendencias en la forma de comer, de servir la mesa, en el vestir o en la estética de su momento, marcando los patrones de lo que era y no era elegante. Deslumbró a toda la sociedad de aquella época, con sus refinadas forma de vestir y manera de actuar.


Fue el creador de un calendario de la moda marcando las temporadas: los vestidos de lino y sedas exóticas, el color blanco y las transparencias serían propios de primavera-verano. Los colores más sobrios y materiales más gruesos como la lana quedarían reservados para el otoño-invierno. Pero fue mucho más allá creando el primer instituto de belleza del mundo, donde enseñaban técnicas de depilación, cosmética y peluquería. También puso de moda las pastas de dientes con sabor, el hábito de bañarse dos veces al día, creó un desodorante o instauró el flequillo como peinado de moda masculino.


Fue el impulsor del corte de pelo al estilo Camarón, con flequillo y largo por detrás.


Gastronómicamente, instauró el orden de los platos que aún hoy deberían perdurar en las mesas de casi toda la península: primero las sopas, luego los entremeses, continuamos con el plato principal y finalizamos con el postre. Aportó a las recetas del momento nuevos ingredientes que hasta entonces eran desconocidos e introdujo la cuchara y las copas finísimas talladas en cristal para el vino, anteriormente se usaban las de oro y plata, así como los manteles de cuero fino.


El Ziriabí, es una receta de habas al estilo persa que aún se conserva en Córdoba a S.XXI recordándole.


Pero el plato que más influencias dejó en varios países fue su Zirbãya, elaborado con queso fresco o leche, cordero, almendras, vinagre y azúcar. Trocando el cordero por pollo se convirtió en el menjar blanc catalán, el blanc-manger de Francia o el biancomangiare de Italia.



Falleció en Córdoba en el año 857, donde impulsó el desarrollo intelectual de la ciudad y del mundo musulmán, a nivel europeo eran la vanguardia intelectual.

Abũ-l-Hasan Alí ibn Nãfi (أبو الحسن علي ابن نافع), nació aproximadamente en 789 d.C. en la ciudad, actualmente iraquí, de Mosul.


Desde niño fue discípulo del eminente músico Ishãq ibn Ibrahĩm al-Mawsilĩ , venerado maestro de la escuela Udist en Bagdad y músico oficial de la Corte califal, quien lo aceptó entre su muy escogido alumnado ante su ansia de saber, su inteligencia y notables dones.


Pasado el tiempo, fue presentado por el maestro como su alumno más aventajado ante el califa Hãrũn al-Rašĩd que le pidió que le hiciera una demostración, a lo que respondió el joven:


Si Su Alteza quiere oírme tocar algo a la manera de mi maestro, me acompañaré de su instrumento, pero si quiere conocer el método que inventé, necesito el ũd que elaboré para mí mismo. Mi instrumento, si bien tiene las mismas dimensiones y madera que el ordinario, es alrededor de un tercio menos pesado; sus dos primeras cuerdas (zĩr/mathnã) están hechas de seda hilada en agua fría, bien tensadas, pero flexibles sin ser blandas, y son más fuertes que las cuerdas utilizadas habitualmente, cuya seda ha sido torcida después de empapadas en agua muy caliente. En cuanto a la tercera y la cuarta (mathlath/bamm) de mi ũd, se hacen con los intestinos de un cachorro de león, lo que les permite sonidos más melodiosos, claros y densos. Su uso es más duradero y son más resistentes a los cambios de temperatura que las cuerdas hechas con los intestinos de otros animales“.


Autorizado por el califa, el joven Ziryãb entonó los versos y la música que había compuesto especialmente para él, y lo hizo tañendo su propio ũd. El soberano no pudo ocultar su entusiasmo y manifestó su afán por convertirlo en músico de su corte.


A partir de ese momento todo el afán de su maestro estribó en librarse de su rival al verle las dotes, incluso superiores de lo que él había intuido,


Dolido con la actitud de su admirado maestro y no ignorando el poder que había llegado a acumular, Ziryab determinó emigrar.


Después de pasar por Alejandría, viajó por todo el norte de África hasta llegar al-Magreb y se asentó en Qayrawãn, fue dándose a conocer, relacionándose con los músicos más afamados, hasta que consiguió deslumbrar al emir aghlabí Ziyãt-Allãh I quien contrató sus servicios con muy ventajosas condiciones y emolumentos. Allí la reputación del genial artista creció pronto y se extendió hasta más allá de las fronteras del país. La vida artística del barrio donde residía hervía de animación gracias a él; la alegría y el nivel de sus actividades creativas lograron que aquel barrio llegara a ser conocido por su nombre: “al-hay al-ziryãbĩ “. Y así fue gracias a la protección del emir; hasta que perdió ese favor con que era distinguido al sentirse ofendido por unos versos del artista, que en consecuencia fue sentenciado al látigo y, más tarde, desterrado. Corría el año 821 d.C.


Este penoso incidente fue presenciado, casualmente, por un embajador del emir omeya al-Haqem I, ya que hasta Córdoba había llegado noticia del ambiente cultural que Ziryãb había creado . Al-Mughannĩ lo invitó a seguirle hasta Córdoba para entrar al servicio del emir omeya. Pero, ya en 822, apenas pisado suelo peninsular en al-Jazĩra al-Hadrã (Algeciras, la Isla Verde), la suerte le volvió una vez más la espalda al recibir la noticia de la muerte de al-Haqem I.


No obstante, aunque hubiera muerto, Abd al-Rahmãn II, su hijo y sucesor, era aún mayor amante de la poesía y la música que su padre y contrató sus servicios; le ofreció un palacio en Córdoba, una al-munya en su alfoz valorada en 40.000 dinares, una pensión anual de 5.640 dinares, 300 almudes anuales de cereales y otros muchos privilegios, y todo ello antes de haberlo oído cantar.


No tardó en darse a conocer Ziryab en la corte cordobesa; no era su misión pasar inadvertido y, además, estaba incapacitado para conseguirlo. Pronto alcanzó renombre, y todo el que quisiera deslumbrar con sus fiestas no podía olvidarse de invitarlo; entre la jassa (aristocracia andalusí) ya no se pudo prescindir de él.


El pago tan generoso que recibía de Abd al-Rahmãn II fue considerado excesivo por otros personajes de la corte andalusí, como fue el caso del célebre poeta Yahya al-Ghazãl y del mismo tesorero del emir, quien se negó a abonar a Ziryab las desorbitadas sumas que tenía asignadas; pero tan convencido estaba el soberano de los merecimientos de su protegido que terminó pagándolas de su propio bolsillo.


Las prósperas condiciones de vida del músico en Córdoba causaron asombro incluso fuera de al-Ándalus, y otro eminente músico de Bagdad llegó a lamentarse ante el Califa de que,


“mientras Ziryãb con los omeyas de al-Andalus cabalgaba rodeado de más de un centenar de esclavos y poseía treinta mil dinares, él, probablemente moriría de hambre…”


A Ziryab nunca le tentó ni la política ni el poder ni quiso inmiscuirse en las intrigas palaciegas, lo que contribuyó a elevar su posición en la corte y aumentar una fortuna calculada en 300.000 dinares, además de varias alquerías de la campiña cordobesa. Ni en Bagdad ni en Bizancio había sido jamás pagado tan generosamente el arte de un músico”,Mahmoud Guettat 

La rápida y enorme arabización que originó su influencia en la lengua y las costumbres alcanzó a las comunidades de cristianos, judíos o de otros credos. Pero en nada era comparable a su caudal musical.


Su labor docente como pionero en crear el primer conservatorio de música en Europa, a través de su método pedagógico, que generó con el tiempo en al-Ándalus rodeado de los mejores especialistas de su época, seguía las siguientes fases: 


1) Estudio preliminar de la voz del estudiante, que, sentado erguido en un taburete alto debía gritar lo más alto posible: «¡Yã hajjãm!» (¡Oh barbero!), para sostener esa «ãh» prolongada entonando la escala, ascendente y descendente. Con esta prueba descubría las virtudes vocales del candidato y si mostraba timbre nasal o dificultades respiratorias. Si la voz era débil, practicaba el vendaje del vientre con un turbante para reducir el espacio y el aire en la zona abdominal, facilitando la emisión de los sonidos. A los discípulos que presentaban dificultades para la apertura total de la boca les aconsejaba colocar entre los dientes un trozo de madera de un ancho de tres dedos durante el sueño de varias noches seguidas.


2) Sistema pedagógico en avance progresivo desde lo fácil hasta lo complejo:


– Recitación del poema con acompañamiento de percusión para apreciar ritmos y acentos.

– Aprendizaje de la melodía en toda su sencillez y despojada de adiciones superfluas.

– Estudio de matices y ayudas ornamentales para aportar a la obra la expresión, el encanto y la creatividad del artista o instrumentista.


3) Canto sometido a la secuencia musical llamada “nawba» o nuba, regla que aportó y que supuso el predominio del ritmo musical sobre la métrica poética.


Mahmoud Guettat describe la magia del mirlo:


“preponderancia a lo misterioso, lo mágico-místico y religioso de la música, así como su poder expresivo y terapéutico y sus poderosos efectos sobre el alma humana. Esta concepción ganó todas las consideraciones en el Occidente musulmán, donde constituirá los cimientos mismos del edificio musical: las veinticuatro nubas imaginarias y el árbol simbólico de los «temperamentos» (shajarat al-tub’) —colérico, sanguíneo, flemático y melancólico—, según una tabulación que asigna un carácter para cada nuba; la concordancia de las cuerdas del “ũd” con los dones cósmicos y las diversas manifestaciones psicofisiológicas del hombre; la estrecha relación entre el origen mágicoreligioso de la música y la cosmología, la medicina, las matemáticas y la ética”


Ibn Khaldun escribió sobre él:


"Fue autor de un repertorio inmenso de canciones que llegó hasta el período de las taifas y, como un océano, sumergió a Sevilla para luego alcanzar a las otras provincias andaluzas y más tarde al Magreb".

 

Con el tiempo, estas creaciones llevadas a los reinos cristianos peninsulares por juglares y juglaresas mudéjares y moriscos, o otros músicos peninsulares , alcanzarían el ámbito de los trovadores provenzales e influirían en la música de toda Europa."


Sus hijos siempre colaboraron con él y contribuyeron al negocio familiar, primero como discípulos y propagandistas de su escuela, luego como sus sucesores.


Ziryab murió en Córdoba en 857 d.C., y su muerte fue llorada por todo el pueblo, por los nobles y los intelectuales, siendo acompañado hasta su última morada incluso por el emir Mohamed I y su sequito.


Ziryab fue un trabajo del guitarrista Paco de Lucía buscando en su imaginario los tiempos del califato cordobés. Gracias al archivo visual YouTube, podemos apreciar como sigue viva parte del legado andalusí, en el fascinante y expoliado: Afganistán en el siglo XXI, que no sólo se debe conocer por los talibanes, sino por ser un enclave estratégico en la ruta de la seda, paraíso sensorial hasta la llegada de los hippies.


Amjid Malang, al rabab, versión oriental del Ziryab:

Laúd y cantes, a lo Gangsta bajo la luz de una lámpara de gas y el cantaor invitado con su kalashnikov. Me recuerda muchísimo al flamenco, se oye el baile sin que nadie baile:


Gul Mohammad, dombura y cante, y amigos:

Los hippies en sus caminos a la India, encontraban Afganistán, donde lo sensorial se daba la mano con la hospitalidad. Hoy los intereses son los mismos pero con más avances que combinan futuro con guerra. Así y todo,su orgullo les hace seguir siendo los otros hippies. Amjid Malang y otros amigos, tema pop psicodélico sin querer serlo, y otras esencias afganas.


El sonido Ziryab sigue presente en la música universal.

Por Candido Alvarez Sabin 19 de noviembre de 2024
¡ JORDI BONELL, ya no está ! La Guitarra Eléctrica con sabor a Barcelona.
Por Candido Alvarez Sabin 26 de abril de 2024
Quiero ser Libre LOS CHICHOS Ni más, ni menos Corrían los años 70 y la calle estaba caliente. Los Chichos, a partir de sus vivencias y su tremenda conexión con gran parte de la sociedad, fueron testigos y protagonistas de una época. Dejaron escritas canciones que son parte de las páginas sonoras del pueblo, y el pueblo se volcó con ellos, creando un fenómeno de masas tan auténtico como real. Nadie pudo acusarles de no estar con su gente. Ellos son el testimonio, cíclico, de la capacidad de la música popular para trascender las barreras conectando con las audiencias de manera auténtica y significativa. A eso, cabe, añadir que los tres son artistas de cuna que supieron conectar con lo más profundo del flamenco y todo el resto de personal que no fuese sordo. “ Quien canta de cabeza parece un mueble, hay que cantar de corazón ”, Julio González Gabarre Barcelona fue y sigue siendo una plaza de primera para Los Chichos como quedó plasmado en sus canciones y vivencias. Era una ciudad en esos años que se vivía deprisa-deprisa como le gustaba al trío castellano. Una de las primeras veces que vinieron les hospedaron en el Hotel Princesa Sofía, uno de los más lujosos de la ciudad en esos momentos, pero ellos se marcharon al día siguiente. Pidieron quedarse en los Apartamentos Gutenberg, hoy Hotel Sixties, en el pasaje Gutenberg, una puerta de entrada al Barrio Chino, en esos momentos aún vivito y coleando. Allí se sentían como en casa; un barrio que se volcaba con ellos. Cada vez que venían de dar un concierto, las vecinas les habían preparado siempre algo de comer. Dormían con las puertas abiertas. Las prostitutas, los huéspedes de vida errante, entraban y salían de sus habitaciones. Todos estaban pendientes de ellos, allí les trataban como reyes. En uno de sus conciertos en Barcelona aparecieron unos policías que se identificaron ante su manager como miembros de la Brigada de Estupefacientes. Querían verlos en el camerino. Eduardo, el manager, pensó que era el fin. De hecho, justo al entrar, les pillaron metiéndose unos tiros, no había problema, esos agentes también eran seguidores suyos. Saludaron, se acomodaron y llamaron a un confidente para que les trajera más material. El sujeto llegó a toda mecha y según recuerda el manager: “Era increíble, metían la mano en la bolsa y la sacaban a puñados”. Jero deja Los Chichos En un concierto en Barcelona, Jero llegó tarde y le sustituyeron por Junior, el hijo de Emilio, desde entonces miembro del grupo. Lo vio como una falta de respeto inexcusable y decidió abandonarlos. Era 1989. Los Chichos siguió y ahora anuncian su retirada después de 50 años.
Por Candido Alvarez Sabin 8 de abril de 2024
EL KIKI “ No soy un Cantaor de silla ” Santiago Cortiñas Barrul Kiki Cortiñas, no es un Cantaor de silla lo que le da unos matices y maneras que lo hacen un Cantaor original. También cabe destacar su labor como compositor, músico y productor. ¿Para cuándo su trabajo discográfico? “Es muy importante aprender de lo antiguo porque ahí está la verdad ” Santiago Cortiñas Barrull nace en el seno de una familia gitana en Lugo, 1985, criado en el barrio de Fingoi, vive hoy a más de mil kilómetros en Almería casado con una hija de Tomatito, del Atlántico al Mediterráneo. "Como tengo hijos pequeños compongo cuando voy de compras al Mercadona" Empezó componiendo en el desván de su casa con el multipistas de su tío, en lo que no queda dentro de los territorios flamencos oficiales, Lugo. En el 2019 “De Verdad”, de José Mercé y Tomatito, fue nombrado mejor álbum flamenco en los premios Odeon, firmó diez de los once temas. José Mercé resalta su gran colaboración: " Es una maravilla y nos está ayudando muchísimo. Nos ha hecho muchas cosas. Siendo tan joven nos está enseñando mucho a los dos ” El Kiki se inició con cuatro o cinco años cantando en el Culto de la Iglesia Evangélica de su barrio, como es tradición en su familia. Allí empieza a aflamencar las canciones para Dios y las empieza a sentir desde una forma personal, el Pastor ya le da un papel protagonista en el Coro. “Me inicié cantando en la iglesia evangélica de Lugo. Tenía cinco años. Iba al Culto con mis hermanos, mis tíos y mi familia”. Su otra gran influencia le llega por su familia, el Flamenco está en la casa y en las fiestas que celebran. “Cuando tenía cinco o seis años el disco que se escuchaba en la casa era el último de Camarón que era Potro de rabia y miel (1991) o Zyryab (1990), de Paco de Lucía. Yo creí con esa revolución, protagonizada por esos dos genios. Me tocó otra época de mayor fusión, pero después te enteras que existe una tradición y unos cánones. Eso tiene que estar presente siempre, igual que saber que estos dos genios nos abrieron paso a las músicas del mundo, abriéndonos al jazz, al rock, a la literatura, a todo”. Otra puerta a la que entró como niño fue la escena musical gallega, allí descubre otros estilos, el Jazz entra en sus códigos. “Debuté en el Clavicémbalo, un club de música en directo de Lugo, con 9 años, con Cuchús Pimentel”. “Músicos como mi amigo Telmo empieza a hablarme del jazz, lo escucho en el Clavicémbalo,... Ella Fitzgerald, West Montgomery, Path Metheny,... Lo que me cuesta más entender es el free jazz por su sistema para improvisar”. “Sonoramente. Me ayuda mucho en las transiciones. Aunque yo no sea consciente, está ahí”. ¿Cuál fue el repertorio? “Cosas de Camarón, sobre todo. Temas de los discos que había hecho con Paco de Lucía. Lo que escuchaba en casa. Entonces nos parecía normal. Mucho después me di cuenta de que eran dos genios, dos personajes que marcaron época”. La escena musical del flamenco y el jazz se dejan seducir por El Kiki, graba unas cintas y estas empiezan a salir de Galicia. “Con ocho o nueve años me escuchó Antonio Carmona de Ketama y me llevó a una sala mítica de Madrid, la Caracol. Después me grabaron un disco con once años y hasta hoy”. En 1996 graba su primer disco “Mala suerte”, en Santiago de Compostela con Clave Records, con 9 temas: Mala suerte (tangos); Prohibido (bulerías); De menos (soleá); Consuelo (tanguillo); Rumba para José; Alegrías de mi tierra; Se me acabó el cante (fandangos); Canción del olvido (bulerías); Martinete. Le acompañan: Jesús Pimentel "Cuchús", guitarra flamenca, eléctrica; Marcos Teira, guitarra flamenca; Pedro Onieva, cajón, tabla, bongos. A partir de ese momento empezará su carrera como solista que sólo se vio interrumpida un tiempo debido a los cambios de voz. “Cuando Josemi Carmona me llamó en 2011 para acompañarle en la gira de su disco “Las Pequeñas cosas” me dio una alegría que le agradeceré todo la vida". “Mi primer concierto en Madrid, con 9 o 10 años, fue en la sala Caracol, que llevaba Antonio Carmona, y Josemi vino a verme. También vinieron a verme cuando presenté mi primer disco, con 12 años” “Josemi lleva tiempo comentándome el proyecto del disco y su deseo de que esté en su banda. Es un orgullo que cuente con mis servicios musicale”. Josemi Carmona le eligió para que le acompañe en la gira de presentación de su primer disco, “Las pequeñas cosas'” (Universal Music), se ocupó de la voz principal y de tocar la guitarra en los conciertos del músico madrileño. “Somos compatibles porque no solamente es flamenco, son también otras músicas”.
Por Candido Alvarez Sabin 25 de marzo de 2024
Suena La Pena El Cante para hasta los Pasos de la Semana Santa Era la Semana Santa del ochenta y siete. Por destinos de la vida me vi involucrado en el desfile a paso lento de la Infantería de Marina, San Fernando, un acto meticulosamente orquestado y pautado, uno de los pocos capaces de pararlo es el Cante. En el flamenco Manuel Torre, a través de sus sonidos negros, fue uno de los pioneros, le siguió el camino Agujetas. La Pena Sonora Contaba su hijo Tomás Torre que estando Manuel en el balcón de la casa de Don Eduardo Miura una mañana de Viernes Santo, al aparecer en la calle la Sentencia empezó a cantar Manuel con su voz densa y nasal una saeta, con tal enjundia que cuando acabó, la multitud congregada en la plaza de la Encarnación no sabiendo como expresar sus emociones y no pudiendo (estamos en Semana Santa) aplaudir ni vitorear, empezó a agitar pañuelos blancos en emotivo y silencioso homenaje al cantaor. Un gitanillo que le acompañaba, le dijo a Manuel señalándole a Eduardo Miura: “Fíjate, primo, con la “malage” que gasta criando toros y ahí lo tienes que lo has hecho llorar” Ricardo Molina completa el cuadro y comentaba que a Manuel se le atribuye ser el causante de la costumbre sevillana y andaluza de mecer los pasos de la Semana Santa. Dicen que en una ocasión cuando el Torre cantaba una de sus estremecedoras saetas y el capataz dio orden de iniciar la marcha, los costaleros levantaron el paso, pero sin avanzar y lo siguieron moviendo a ritmo, en el mismo sitio, para poder escuchar bien la saeta del cantaor jerezano. Según Juan Talega, su voz tenía un “sonío” que se metía en la cabeza y su eco te duraba tres días. Lo que es indudable es que, como mínimo, conseguía que quien le escuchaba acabara llorando a moco tendido.
Por Candido Alvarez Sabin 11 de marzo de 2024
Tanguistas, Guiris, Valdepeñas, y Tira p'alante Nou de Sant Francesc y Ginjol, otra ruta flamenca por Barcelona. La Buena Sombra, La Macarena, Los Cabales y Casa Matías. El Convento de Sant Francesc y restos de las murallas desaparecieron en el siglo XIX y sobre él surgió un nuevo núcleo de ocio emergente en Barcelona. Con las obras de reforma de la Rambla afloran los restos del antiguo convento de Sant Francesc, fundado a principios del siglo XIII por los franciscanos tras los pasos de Francisco de Asís, quien camino de Santiago de Compostela, se alojó en el hospital de Sant Nicolau de Bari, ubicado en los terrenos de la actual plaza del Duc de Medinaceli. Fue en este lugar donde la orden religiosa decidió construir su sede y así nació otro convento, antes de Santa María del Mar, la otra Catedral del Mar barcelonesa, acabó derruido a mitad del siglo XIX, nacía el flamenco convirtiéndose en una oferta turística desde el primer momento y lo “pecaminoso” iba a dominar la noche. La zona se acabó convirtiendo en nuevos edificios de viviendas, reconvirtiendo la zona entre la plaza real, las ramblas y la plaza del Duque Medinacelli, en el laberinto del ocio, con epicentro en lo que es hoy la plaza Joaquim Xirau, en sacrificio de las calles Ginjol y Pasaje del Banys. La degradación sufrida en la postguerra civil en lo que se conoció como Barrio Chino desplazó el ambiente, con él los locales flamencos más vinculados al turismo, al otro lado de la parte baja de la Rambla, a la zona de Escudellers, la plaza Real y los callejones de ese radio. La ruta de muchos turistas, aficionados y famosos en la noche de Barcelona de la postguerra, en convivencia con todo el alterne permanente de vendedores ambulantes, donde encontraban el sitio idóneo donde colocar sus mercancías: caricaturistas, vendedores de tabaco, cerillas, flores, lotería o cualquier suvenir , con profesionales del burle: carteristas, camellos, tanguistas, adivinos, timadores, profesionales del juego o la prostitución, todos-todas, y alguno más, ofrecían servicio todas las noches acompañados, en gran parte de locales de artistas flamencos, fueron las noches de Ava Gardner, Robert Mitchum o John Wayne, por Barcelona.
Por Candido Alvarez Sabin 8 de marzo de 2024
Como en pocos lugares La Niña de los Peines, entrevista en las Ramblas. Noticias del Flamenco en Barcelona,Francisco Hidalgo Francisco Hidalgo Gómez, natural de Posadas (Córdoba), en 1974 se trasladó a Cataluña, donde sigue residiendo en Cornellá, donde, además de su labor docente, desarrolla una intensa actividad cultural, social y política. El flamenco, desde una perspectiva barcelonesa, y Carmen Amaya, han sido algunas de sus premisas, en sus libros vuelven a abrir sus puertas los legendarios Cafés Cantantes, volvemos a sentir el latir de las más míticas figuras y participamos de ese arte que alcanzó cuotas insuperables en las calles y locales de Barcelona. Recupera una parte de la memoria perdida, otra dimensión de la historia barcelonesa. En “Como en pocos lugares. Noticias del Flamenco en Barcelona”, Francisco Hidalgo revive la época más fructífera de este arte y sus artistas, podéis encontrar sus obras publicadas en Ediciones Carena. De su mano nos trasladamos a la parte baja de la ciudad de principios del siglo XX.
Por Candido Alvarez Sabin 6 de marzo de 2024
DUQUENDE "Mi forma de vivir" ALMA100 Alma100 fue una revista musical, de distribución gratuita, con artículos rigurosos que plasmó durante unos diez años lo acontecido en el mundo del flamenco, a través de entrevistas, reportajes, reseñas de: espectáculos, discos o libros… Sus directores fueron: Javier Primo y Keiko Higashi. Con motivo de la publicación del disco del cantaor catalán: DUQUENDE "Mi forma de vivir" (K Industria Cultural 2006), Alma100 incluyó una entrevista donde habla de su nuevo trabajo, en un momento de apogeo tras sus giras con el grupo de Paco de Lucia. Desde Can Puiggener (Sabadell) Once cantes, grabados a su gusto, en Barcelona y rodeado de un personal mayoritariamente local, la guitarra de Chicuelo, el bajo de Benavent, la trompeta de Raynald Colom, la percusión de Roger Blavia y Piraña, y Niño Josele, también procedente de las filas de Paco, que colabora en una de las tres bulerías del disco.
Por Candido Alvarez Sabin 1 de marzo de 2024
Jerez y/o Salamanca Rafael Farina y La Paquera 7 noches en el Teatro Calderón Rambla Cataluña (Bcn): 1965 El Teatro Calderón, estuvo situado en la esquina de diputación con rambla Cataluña, allí presentaron el espectáculo: “Bronce y solera”, como cabezas de cartel: La Paquera y Rafael Farina, entre otros destacados artistas. El teatro con un aforo de 1500 personas contaba, con otros espacios, como el Cine Cristina y una sala de fiestas que en su última etapa fue el Teatro Candilejas. El teatro cerró sus puertas en 1967, dos años después de .las 7 noches del espectáculo “Bronce y solera”. Corrían tiempos de cambios y una tremenda influencia llegaba particularmente desde Hollywood, que hizo de la blanco, negro. Otro concepto del espectáculo se nos venía a imponer, a pesar de ser el génesis creativo de su imperio de tendencias del espectáculo. El elenco artístico contaba con las atracciones: Merci Peña, Fernando Esteso, Elena y Antonio, Presentación Palacios, Los Monosabios, Jesús Perosanz, el ballet Los Tarantos con su cuerpo de baile, Luis Flores, Margari Méndez, Moraito de Jerez, Vargas Araceli y la colaboración de Esmeralda Mistral. La coreografía de Luisa Pericet y la orquesta dirigida por el maestro César Antolín. Entre estos encontramos: cómicos, chirigotas, cantantes de otros estilos en boga en ese momento, orquesta… y flamenco, los espectáculos con los que triunfo por toda América Carmen Amaya, se acompañaba de Jotas o Muñeiras.
Por Candido Alvarez Sabin 27 de febrero de 2024
Flamenco en San Gervasio 1958: La Paquera, El Terremoto, Morao y la Chunga para el Ministro de Comercio Británico de mano de la burguesía barcelonesa. Sant Gervasi de Cassoles, se anexionó a la Barcelona en 1897. Próximo a Collserola y con especiales condiciones naturales, con un terreno cuajado de fuentes y zonas verdes, convirtieron estas zonas rurales en un espacio residencial de las clases acomodadas. En una de esas humildes moradas en junio de 1958 y publicado en La Vanguardia, una noche de flamenco en Barcelona.
Por Candido Alvarez Sabin 17 de febrero de 2024
Farruco  y su caja de ritmos: los caballos, en las antípodas de los loops x bulerías, mientras el Campo va agonizando. “No me gusta los que hablan de evolución y fabrican el baile como si fabricaran plástico. Si no hay esencia, sabor, memoria y arte, todo es plástico, mentira... mucho estudio y mucho ensayo". Estos días que se habla del Campo hemos de recordar la aportación de este a nuestra forma de vida, para el bailaor Antonio Montoya Flores, El Farruco, todo esto estaba presente, particularmente los caballos, como su baile de medio lado y sus remates. “Yo no he pasado por estudio de ninguna clase. A mí me han enseñado a bailar los caballos, soy el bailaor más autodidacta que hay, he creado mis propios bailes, y me siento orgulloso de eso”. Sin el Campo y su conexión natural, no habría ni orquestas, ni templos, ni universidades, ellos son la base de nuestra cultura. Sin la interacción con animales, plantas y el medio, durante el paso de las generaciones, no estaríamos Civilizados, ni hablaríamos de Flamenco. ¿Quién? lo hizo posible. Quién desarrollo toda la variedad de animales y plantas, en armonía con el entorno; observando, deduciendo, reunidos alrededor del fuego y las estrellas, crearon una fantasía, no había expertos, había Campesinos, normales y corrientes. Ellos crearon, también, la Música. Desde que cada día hay más expertos que farrucos y, por supuesto, que farrucas, todo parece plástico. Pero los farrucos, hoy, siguen observando: “Nuestros abuelos todo era cultivado y criado natural. Aquí el campo está difícil con la plaga de jabalís, es imposible lograr cultivar patatas, centeno, maíz,.. tampoco poder recoger las castañas o manzanas naturales. Los castaños enfermaron con la sequía,… Qué pena Cierto, castaños centenarios que sacaron mucha hambre de la gente y los animales”. Hoy los que adentran en el flamenco utilizan bases creadas mecánicamente para estudiar toda esa locura de patrones, estilos y variedades rítmicas. Sí hacemos un símil con el Flamenco y el Campo los dos se están secando y ambos saben funcionar sin máquinas. Farruco y su cajón de ritmos: los caballos. “No se me mete que yo esté bailando por soleá y haya un violín, una flauta o una caja. Si la caja soy yo, soy el tambor con mis pies. ¿Y para qué necesito una flauta?, si no soy ilusionista de cobras”. Contaba que aprendió a bailar en el vientre de su madre: "Imagínate a aquella gitana con el lío, los caminos, las canastas, y yo por dentro.... Hacía la cuca, ese salto que dan las caballerías cuando se ponen farrucos”. Gitano canastero, se definía como un completo autodidacta y aseguraba que fue dibujando su personal baile al compás que marcaban los caballos que le trasladaron por los caminos de la vida ya desde niño. El caballo tiene tres formas básicas de desplazarse: paso, trote y galope, cada una con un equivalente rítmico. Paso: Es el aire natural del caballo más lento, es equiparable al ser humano caminando, éste se desplaza a cuatro tiempos. Trote: Hay muchos tipos de trote, aunque todos respetan los dos tiempos, es un aire de velocidad intermedia, con un aire saltado porque hay momentos en que el animal no toca el suelo. Galope: A correr, es el aire natural más rápido, es a tres tiempos. Con la combinación de esos patrones rítmicos, la elegancia del caballo y sus conocimientos familiares de estos, como del Flamenco, creo su baile personal, sin escuelas, ni expertos. “Lo que bailan los muchachos que están saliendo ahora está más cerca del clásico español, no tiene casi nada que ver con el flamenco-flamenco. Yo, a lo mejor, no soy capaz de dar seis piruetas, porque no lo he ensayado ni me lo han enseñado, pero uno de éstos no podrá dar la vuelta flamenca en la vida. Se puede caer de espaldas y partirse siete costillas. Equivocan al público. Ensayan hasta la sonrisa. Hay muchachos que, con la tercera parte de la fuerza que emplean, podrían hacer barbaridades. Parece que se están peleando con las tablas” El Flamenco como el Campo sin su comunión con lo natural no tiene mucha sustancia, ambos vienen de un proceso de observación transmitido por nuestros antepasados y que poco a poco se va dejando morir, lo que no tiene mucho sentido a no ser que estemos dispuestos a comer pienso o plástico.
Más entradas
Share by: