Faustino Núñez
¿Usted conoce a Peret?
Todo el género flamenco tiene algo de americano
Faustino Núñez en su último libro publicado: América en el flamenco (CIOFF España, Ediciones Flamencópolis) busca otros rumbos a la enquistada historia del género, alejándose del misticismo oriental, en busca del occidente. Para ello reivindica la tremenda importancia de los viajes de ida y vuelta, pero no dejándolo sólo en una carpeta aparte, sino investigando la influencia en casi todo el árbol genealógico flamenco.
“Desde que empecé en esto de la investigación, hace ya tres décadas, siempre me llamó la atención cómo el flamenco había hecho un hueco para los estilos que, con su correspondiente ración de etnocentrismo, definió como de Ida y Vuelta, casi a modo de propina, negando así al Atlántico cualquier otra aportación al repertorio. Llevo muchos años estudiando la música europea en perspectiva atlántica, no solo el flamenco. Desde mi época de estudiante en Viena ya comencé a mirar hacia occidente buscando las fuentes de la música moderna, aquella forjada tras la época de los descubrimientos. No en vano, la historia marca en 1492 el fin de la Edad Media y el comienzo de la Edad Moderna. Siempre me ha llamado la atención cómo Europa, y especialmente España, y por supuesto Andalucía y en especial las provincias americanas de Europa –Sevilla y Cádiz–, han vivido de espaldas a América. Hay también su correspondiente de prejuicio de Leyenda Negra a admitir solo influjos que vengan de Oriente a la vez que se es muy reticente hacia aquello que pudieron venir de Occidente. Lo que es de cajón es que, si el flamenco nace en Cádiz y Sevilla, que además son protagonistas durante cuatro siglos de la empresa indiana, cómo es posible que la influencia atlántica se limite a estilos evidentemente americanos como la guajira, la rumba, la milonga o vidalita. No. América está presente en todo el género flamenco, aunque no queramos reconocerlo, y este libro intenta abrir una senda por la que circular para futuras investigaciones que no limiten la presencia americana a lo evidente. También la soleá tiene algo de americano, ni mucho ni poco, pero negar esa influencia es negar una realidad. Sé que serán muchos los que pondrán el grito en el cielo acusándome de poco riguroso. Soy de aventurarme en trazar hipótesis que podrán ser más o menos ciertas pero los datos están para interpretarlos, y las conclusiones habrá que desmentirlas no por no estar de acuerdo con ellas sino mostrando alternativas. Conozco compañeros que viven de desprestigiar a quien ose contradecir sus ideas. Esto no es una carrera de fondo y la vida son cuatro días y dos está lloviendo. Hubo uno que casi me amenaza de llamar a la policía por trazar una genealogía de la soleá partiendo del compás alterno de doce tiempos. Que cómo se podría permitir eso. El otro día otra estudiosa negaba la influencia del bolero en el flamenco porque decía que aquella era música culta. Fíjate, hablar de música culta en pleno siglo XXI, como si la música de tradición oral no tuviera cultura. Hay gente pa tó”.
Después de pasarse media vida buscando entre el flamenco, llega a las siguientes conclusiones:
“Mi experiencia de tantos años fuera de España, casi una década en Viena, un año en Cuba y los años que estuve con mi maestro Antonio Gades de gira por todo el mundo, he podido apreciar cómo el flamenco es adorado fuera de España y denostado hasta el ridículo (en los medios se refieren a él como flamenquito) en su patria chica. Es algo inaudito. En Andalucía seguramente no se aprecia tanto, pero aquí en mi tierra, en Galicia, el flamenco parece música china, no lo quieren ni en pintura cuando mis padres me contaron cómo en los sesenta vieron en Vigo a Antonio, a Caracol y a todos los grandes. Eso se acabó y fue sustituido por Siniestro Total y Os Resentidos. Menos mal que nos queda Carlos Núñez. Aquí el flamenco, excepto unos pocos aficionados, es algo totalmente anecdótico. Y que yo sepa el flamenco es la música española más apreciada en el mundo entero. Algo que muchos culturetas no pueden soportar”.
Hablando de todo esto y más, a modo de conferencia estará este próximo: jueves 2 de marzo a las 19 h en la Sala Sandaru – C/ Buenaventura Muñoz, 21. Barcelona-. Organiza: El Dorado Sociedad Flamenca Barcelonesa.
Dentro de las labores de Faustino Núñez también está la de publicar unos interesantes artículos en el portal www.expoflamenco.com, de donde he sacado sus declaraciones anteriores. La siguiente tiene que ver con Barcelona, Cuba y como ha influido el bloqueo para aislar también a la música, en la isla particularmente, ahora se llama Latino y huele a lo peor de norte América.
¿Conoce usted a Peret?
"Un buen día, Danilo me llevó a la casa de la trova, mucho antes de que la convirtieran en un lugar para turistas. Allí, a diario, se juntaban más viejos que jóvenes a echar sus décimas improvisadas, lo que ellos llaman controversias. No tardaron en percatarse de mi presencia y enseguida comenzaron a dedicarme sus letras. Confieso haber contenido la emoción y las lágrimas ante tanta muestra de afecto. Fue entonces cuando se acercó a mí un chaparrito de metro y medio de estatura y me preguntó:
— ¿Usted conoce a Peret?
— ¡Claro!, contesté.
No en vano mi estancia en Cuba se debía a querer investigar la presencia de la música cubana en la española, estudios que acabaron derivando en el tema de mi último libro, treinta años después, América en el Flamenco. El cubano me dijo, con toda tranquilidad y desparpajo, sin el más mínimo resquicio de ironía:
– Pues dígale de mi parte que gracias por cantar tan bien todas mis canciones.
Y se fue. Pregunté entonces a Danilo que quién era aquel hombrecito. Y, con ademán de ¡parece mentira que no lo conozcas!, me dijo:
— Es el gran Walfrido Guevara. Autor de…
Y empezó a enumerar sus más famosas guarachas: La juma de ayer, Cinturita, Que no muera el son, Aprieta en el rincón, La fiesta no es para feos. ¡Ea! ¡Alto ahí! ¿Que ese tremendo éxito de Peret es composición de este hombre? Enseguida me pregunté, a la vista del paupérrimo estado de las ropas que portaba aquel viejo maestro:
— ¿Y no ha cobrado nunca derechos de autor de esa popular “rumba catalana”?
Como no la han cobrado otros muchos músicos en Cuba y sus canciones han sido el detonante de la mayoría de músicas modernas.
Faustino Núñez un flamenco gallego, de Vigo, otro de los puertos de América, en Barcelona.
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