A inicios de los años 60, en pleno boom del Black Power y los movimientos pro derechos civiles publica, quizás, su obra más transcendental, con el sugerente título: “Ole”
"Me gusta tocar largo"
Le dedica 18 minutos, la cara a del disco, a una melodía que cantaban los trabajadores en la lucha contra el capitalismo durante la guerra “in” civil: “Anda Jaleo, Jaleo”.
Su música fue criticada por algunos por ser demasiado "agresiva", pero Coltrane sabía que amor y libertad eran las premisas. Su obra mamó de;
Lorca, MalcomX, Nicolas Guillem, La Niña de los Peines o Langston Hughes, no sólo de música vive el hombre. Juntos cocinaron las bases para crear un orgullo del pueblo, con un cierto sabor español.
“El ole es una palabra
¡Ole!
que no tiene explicación
el ole es como una rosa
¡Ole!
que sale del corazón”.
Art D'Lugoff, dueño del Village Gate, club neoyorquino que contó con la flor y nata de la música afroamericana desde finales de los años cincuenta, programaba a Coltrane y también a artistas flamencos, Carmen Amaya o Sabicas, tenían un lugar destacado.
En 1961, fecha de grabación del disco, Art declaró:
“Cada uno hizo lo suyo, y la misma audiencia los amaba a ambos”.
“Langston Hughes me dijo que la música gitana y el jazz compartían muchas similitudes”.
¿Dónde hay un sabio que explique lo que quiere decir ole?
El asalto de los seguidores de Trump al Capitolio, dejó, de rebote, una imagen muy curiosa. De fondo aparecieron, cuadros de Hernando de Soto, el primer europeo en cruzar el Mississippi, o Francisco Pizarro mirando impávidos las escenas surrealistas que se vivieron, sería difícil desvincular la historia, de ese país, con el nuestro.
Sí nos remontamos a Harlem años 20, génesis del barrio negro por excelencia, el Ole, ya se decía a tiempo.
Langston Hughes fue uno de los impulsores del Renacimiento de Harlem, poeta, novelista y columnista afroamericano.
En su obra plasma el drama social de su raza, sus aspiraciones, sus sufrimientos y sus luchas contra la explotación capitalista.
Un aspecto sugerente de su obra se centra en demostrar el paralelismo entre el flamenco y la música negra americana. Hughes visitó España, con su colección de discos de jazz, que se escucharon en los salones de la Alianza de Escritores Antifascistas. Siempre que podía acudía a ver actuar a artistas flamencos en el Madrid asediado por los bombardeos.
Se queda prendado de La Niña de los Peines:
“una cantante que es capaz de poner los pelos de punta, de crear en tus entrañas el mismo efecto que las sirenas de un bombardeo y, con su voz, podía quebrarte el alma”.
"Qué bonita está Triana
cuando le ponen al puente
banderas republicanas" .
Antes de que Pastora Pavón, cantase a las banderas republicanas, el quejío ya era queja, y el ole era alegría.
Cantaba el flamenco contra el abuso, la tropelía frente al obrero jornalero. O al que ni obra ni jornal vea.
Andalucía, fue experimento de expolio de tierra, de sus recursos, contando con el esclavismo, como régimen laboral. Como el implantado, luego, al Sur de USA, y ya juntos, en ambos territorios, la expulsión de esclavos hacia el Norte para ser explotados en sus fábricas. Quizás las similitudes musicales coinciden por muchos factores.
"Es con alma de pueblo o con alma de español que el negro de Cuba está junto al pueblo de España; y es así también como comprende que el hombre humilde miliciano que hoy lucha y muere en la trinchera no es más el instrumento ciego del egoísmo, la proyección imperialista del conquistador, la máquina, en fin, para robar tierras, sino un hombre, nada más que un hombre y nada menos, que tiene los pies poderosamente afincados en el suelo y que no quiere para su porvenir, para el de todos, más que hombres sobre el mundo ¡hombres sin colores, sin guerras, sin prejuicios y sin raza!", Nicolás Guillen.
La Niña de los Peines, cuando Hughes se instala en Madrid, era una figura consagrada en el panorama musical, gozando de notable éxito comercial, lo que la llevo a participar en actuaciones conmemorativas de la II República.
Lorca dijo de ella:
“Maestra de gemidos, criatura martirizada por la luna o bacante furiosa. Verde máscara gitana a quien el duende pone mejillas temblonas de muchachas recién besadas. La voz de esta mujer es excepcional, rompe los moldes de toda escuela de canto como rompe los moldes de toda música construida. Cuando parece que desafina no es que desafina, sino todo lo contrario, que afina de manera increíble puesto que por milagro especial de estilo y pasión ella da tercios y cuartos de tonos imposibles de registrar en el pentagrama”.
Federico sabía bien, lo que vale un peine
La guerra civil ocupa otro apartado significativo en su obra literaria y del activismo afroamericano.
En “I Wonder as I Wander” nos ofrece un panorama muy sugestivo de su paso por estas tierras y de su especial relación, influyendo sobremanera en su forma de expresar su obra poética. Antes de su visita ya se había manifestado en defensa de la II República, en su poema antibélico: “Song of Spain”.
Como corresponsal del "Baltimore Afro-American", en compañía de Nicolás Guillén y tras una corta estancia en Barcelona y Valencia, se instaló en la sede madrileña de la "Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura", en agosto de 1937.
En cuanto a las crónicas que envió a diversos periódicos estadounidenses, Hughes las escribe con afán militante, para que sus lectores se solidaricen con la República en peligro. Su mensaje es sencillo y hasta repetitivo:
"en la guerra de España se está debatiendo la lucha por la libertad y, si el fascismo triunfa en España, después se extenderá por el resto de Europa. En esa lucha por la libertad destacan los numerosos héroes anónimos de todas las partes del mundo integrados en las Brigadas Internacionales"
Un colectivo de estos estaba constituido por afroamericanos, cuyas vicisitudes por las trincheras republicanas describe y comenta como ejemplo y motivo de orgullo para sus lectores.
Le sorprende de sobremanera la presencia de soldados marroquíes en el ejército de Franco, lo que no debía saber era que ninguno fue voluntario y vinieron a sueldo, pagados por los señores de las fábricas, ninguno paso el Ebro, las zonas que pagaron las dietas de guerra anti republicana no deberían ser increpadas, sólo favorecidas. Pagando St Pere canta.
Finalmente, Hughes escribió alrededor de una docena de poemas sobre España y la Guerra Civil, unos escritos aquí y otros a su regreso a los Estados Unidos. Casi todos son de una gran emotividad y fuerza expresiva.
Las "Gypsy ballads" de Lorca.
La admiración que sintió por la obra literaria de Lorca le fue fuente de inspiración, la admiración del poeta por el flamenco es simplemente una evidencia.
Son prueba sus traducciones al inglés de diversos textos del granadino. En Madrid, con la ayuda de Rafael Alberti inicia la traducción del "Romancero gitano", que acabó en U.S.A. con el título de" Gipsy Ballads".
“tan bellos que desearía haberlos escrito yo en vez de traducirlos únicamente”.
Lorca contó en su conferencia: “Un poeta en Nueva York” (1932), su visita a uno de los locales de moda en Harlem, frecuentado tanto por blancos como por negros, el cabaret Small’s Paradise, club del que Hughes también era asiduo y tremenda escuela para el gran estratega: Malcom X.
“Todos los días en Small's Paradise Bar fueron fascinantes para mí. Y desde el punto de vista de Harlem, no podría haber estado en una situación más educativa. Algunos de los estafadores negros más capaces de Nueva York tomaron simpatía por mí, y sabiendo que todavía era verde según sus términos, pronto comenzó de manera paternal a 'enderezar a Red' ".
Smalls Paradise, club ubicado en el sótano de 2294 Seventh Avenue, Harlem. Se inauguró en 1925, propiedad de Ed Smallsde, afroamericano, siendo de los pocos locales que llamaron integrados, no había selección racial. Allí el ambiente era 24h, sólo se cerraba al público para limpiar un par de horas. El lugar contaba con la mejor música, en riguroso directo, acompañado de una carta de comida y bebidas exquisita: soul food. Todo con el aliño de una amplia gama de servicios, que incluía: compañía del sexo requerido, proveedores de las mejores sustancias sin licencia legal o un abanico de expertos capaces de vaciarte los bolsillos con juegos del azar. Siempre con total discreción y categoría. La descripción coincide con cualquier local flamenco del barrio xino, sólo cambia la banda sonora y la solera, en Barcelona, Cádiz o Vigo, existían unos cuantos años antes.
Hughes, recuerda un momento en que se conjugaron los astros, tras escuchar un poema de Nicolás Guillem:
"¡Ardiendo, España, estás! Ardiendo
con largas uñas rojas encendidas;
a balas matricidas
pecho, bronce oponiendo,
y en ojo, boca, carne de traidores hundiendo
las rojas uñas largas encendidas"
"Te he visto muy atento a esta tertulia ¿Qué pudiste recoger de todo lo oído?" le pregunta Hughes al camarero.
"Que usted es uno de los poetas y literatos afroamericanos más grande que yo he conocido en el corto tiempo que llevo en este lugar"
"Te voy a recomendar que leas sobre el batallón Abraham Lincoln, donde participaron voluntarios de Estados Unidos en apoyo a la II República Española".
«Gracias, maestro»
El camarero era Malcolm X, se guardó el momento y lucho por él hasta que fue asesinado. Su empleo le permitió conocer que una intelectualidad negra existía.
Malcolm también descubre en quién confiar, a quién evitar y los entresijos de todo tipo de actividades delictivas, incluidos robos, proxenetismo y juegos de azar, para convertirse en un especialista en estos menesteres.
En la cárcel vuelve a aprender a leer y a escribir, el ansia por conocer le hace devorar libros y asistir a toda clase que podía recibir. En su busca, se encuentra con la Nación del Islam, que le va al pelo para desmarcarse del mundo blanco y crear su ideario.
Tras cumplir la condena se entrega a la Nación convirtiéndose en un líder social y espiritual, activo y combativo, centrándose en la defensa de su comunidad y su falta de derechos.
Se tiene que enfrentar con los recuerdos de los intelectuales que tanto le cautivaron, se acuerda de Lorca, España y lo toma como ejemplo. La Boina se convierte en insignia del cambio en América, los Black Panthers la usan con orgullo.
Otro amigo de la Boina, visita NYC.
"Mientras el Tio Sam esté contra ti, sabes que eres un hombre bueno"
Malcolm X se encarga de hospedar en Harlem a Fidel Castro, tras la negativa de ser alojado en Manhattan. El 19 de septiembre de 1960, se encontraron en el Hotel Theresa de Harlem.
"Para usted el centro de la ciudad fue como hielo. Pero aquí es más acogedor".
"Ah, sí. Aquí sentimos el calor", Castro sonrió con agrado.
"Creo que verá que el pueblo de Harlem no es tan adicto a la propaganda que sacan en la alcaldía".
"Eso yo lo admiro. Yo he visto cómo la propaganda puede cambiar a la gente. Su pueblo vive aquí y enfrenta esa propaganda constantemente y sin embargo comprende, Eso es muy interesante."
"Somos 20 millones", dijo Malcolm, "y siempre comprendemos".
Tras su salida de dicha estructura consigue desarrollar su discurso. Viaja a la Meca en 1964, su primer viaje fuera de USA, conoce un mundo sin discriminación racial, su lucha cambia, el enemigo no depende del color, es el capitalismo. Es invitado por dirigentes de diversos países africanos a descubrir sus inquietudes. África, deja ya de ser lo que un gringo veía en esa época en el cine o la tv: es rica, culta y tienen otra forma de explicar la historia sin censuras capitalistas.
Ya no importa el color, ni el origen, importa el enemigo.
Ya no era, para el sistema, un negro alborotando a su gente, era una estratega para un cambio y eso no lo iban a permitir.
"Nadie conoce al amo mejor que sus sirvientes. Hemos sido sirvientes desde que nos trajo aquí. Conocemos todos sus trucos. ¿Se da cuenta? Sabemos todo lo que va a hacer el amo antes de que lo sepa el mismo"
Fue asesinado en 1965.
La música de Coltrane simboliza el malestar del momento, manifestando públicamente su apoyo a las protestas en favor de los derechos civiles.
“Creo que la música es una expresión del corazón humano, del ser humano siendo él mismo, expresando lo que está viviendo. Toda la experiencia humana siendo expresada en un momento concreto. Eso es la música”
El 25 Mayo de 1961, en New York, graban: "Ole”, el último para él en el sello discográfico Atlantic. Coltrane, arropado de un quinteto formado por:
Eric Dolphy: flauta y saxo alto
McCoy Tyner: piano
Reggie Workman: bajo
Art Davis: bajo
Elvin Jones: batería
y, como invitado, Freddie Hubbard: trompeta
Bien, quizás, motivado por el acercamiento a lo español del que había sido su jefe, hasta hace poco: Miles Davis, con quién grabó su tema: “Flamenco Sketches".
Seguro por la búsqueda de nuevos sonidos y de su propia espiritualidad.
La búsqueda de la universalidad del sentimiento que la música puede inspirar, porque no se conformaba únicamente con el análisis y la experimentación en el campo musical, quería llegar a la esencia misma de la música para conseguir con ella hacer felices a los demás.
John Coltrane decidió incorporar “El Vito”, un tema de moda durante la II República, cuya melodía fue adaptada por los soldados republicanos durante la contienda. Sí quería llegar a su gente e influirles, la melodía debería inspirar un sentimiento de lucha.
Pete Seeger recopiló en un disco las canciones más populares usadas por la Brigada Lincoln en la Guerra Civil Española. Una de ellas, llamada “El Quinto Regimiento” era una adaptación de “El Vito” y al igual que llegó a Coltrane, llegó al nuevo hipismo blanco en ebullición. Pero a Coltrane, como a Malcom X, le llegó por otro camino, era un tema popular entre los nuevos movimientos relacionados con el black power.
“Olé”, la primera pieza del disco, arranca con la originalidad de la interacción de dos contrabajos juntos, pronto se unen la batería y el piano, creando una potente base rítmica, colchón para que todos improvisen sobre la línea melódica de “El Vito”, de forma evidente.
El flamenco, como música popular de un pueblo, manifiesta en su amplio abanico de palos, estilos y letras, todos los sentimientos humanos, como pocas otras en el mundo.
La lucha contra las injusticas ha sido una premisa.