Debido al desarrollo intelectual de las elites económicas, las Antillas y en particular Cuba, se llenaron de esclavos. La inmensa mayoría llegaron obligados desde África, como meras operaciones financieras. Llegaron de varias zonas diferentes y cada uno portaba un bagaje y una cultura propia, lenguas y músicas diferentes, pero con ganas de cantar y bailar a pesar de las adversidades.
Congos, yorubas carabalís, fulanis o mandingas se juntaban todos con un nexo común el ritmo, el tambor, la comunión musical era casi africana, los dueños esclavistas los miraban con desprecio, intentando marcar una clara diferencia estilística aunque con el tiempo la mayoría de sus estilos fueron a mamar de ellos, lo suyo estaba vacío.
Un contexto muy similar a las gañanías del colonialismo ¿andaluz?, donde los gitanos cantaban y bailaban, después de su explotación.
Ese fue el génesis de lo que conocemos como Rumba. Su comunión musical llegó desde Vigo y volvió a África para marcar los orígenes de su música moderna.
Rumba, de los barracones a triunfar por el mundo. Pa Vigo me voy.
Vigo a mitad del siglo XVIII, fecha del inicio de lo que conocemos hoy como flamenco contaba con unos 300 habitantes, pero misteriosamente, en pocos años, pasó a convertirse en el primer puerto en conectar los cantes de ida y vuelta.
Aunque parezca mentira, Vigo es una de las ciudades con mayor número de habitantes descendientes de catalanes: Massó, Coma, Serrat, Pujol, Colomer, Barret, Marcet, Bolíbar, Detrell, Fábregas, Palau, Haz, Puch, Crusat, Escofet, Barreras, Torres, Millet, Carsi, Curbera, Puig, Portanet, Durán,…, y así cientos y cientos. Simplemente a mediados del Siglo XVIII llegó a la Ría de Vigo, Bonaventura Marcó del Pont i Bori, natural de Calella de Palafrugell, como los de la habanera standard en catalán: El Seu Avi, como avanzadilla por dos razones para muchos irrelevantes: la primera ver las posibilidades del sector de la pesca industrial con el fin de acabar con el sistema de pesca local y de cercanía, sometiendo a los pescadores y paisanos a la precariedad, con la excusa de que en el Mediterráneo estaba lo que se dice esquilmada. La otra razón establecer una Base Corsaria en Vigo para ir empezando y sin pausa establecer un puerto por el que embarcaron miles de personas muchos libres, pero como no, muchos fueron esclavizados coincidiendo con el fin del negocio con africanos: los otros protagonistas de la Rumba.
Consideran que entre mediados del siglo XVIII y comienzos del XIX llegan no menos de 15.000 catalanes y se instalan esencialmente en el barrio del Arenal, que será atacado por los pescadores locales, a causa de la descomunal competencia que para la pesca tradicional supuso la introducción del arte de la “Jábega” que, pese a su prohibición, a finales del siglo XVIII ya extraía de la ría del orden de las 10.000 toneladas de sardina, que en gran medida era exportada al resto de España y acabó alimentando a las tropas en la primera guerra mundial, todo con un gran éxito económico, que como era tradición era enviado a Cataluña.
Nacen los Cantes de Ida y Vuelta: Tiempos de emigración, rutas hacia el desarraigo.
Con la aparición de los grandes buques trasatlánticos a vapor y gracias a las condiciones naturales de la Ría, Vigo acaparó buena parte del tráfico hacia América, para convertirse en el primer puerto de pasajeros a nivel nacional. Desde Cádiz, no salieron en esa época los barcos hacia América con emigrantes, la mayoría de estos que tampoco eran andaluces, salieron desde Galicia, lo que la convierte en pieza importante en la creación de dichos estilos.
Cientos de miles de personas partieron camino del desarraigo, entre la segunda mitad del siglo xix y la llegada de los vuelos comerciales transoceánicos, en barcos sobre todo británicos, alemanes y franceses, que se disputaban esta carga humana, todo ello coordinado por el lobby catalán que imagino contaba con sus barcos propios. Todo junto constituía un excelente negocio generando fortunas para algunas familias y otras también hicieron más fortunas como consignatarios, cuyos ingresos se basaban en las comisiones por pasajero, el cobro de los gastos preparatorios para el embarque, así como en el aprovisionamiento de las naves, etc…, que sirvieron para el desarrollo del modernismo catalán.
Wilber Calver, gaiteiro de origen jamaiquino.
¿Música tradicional gallega?
La gente suele pensar en gaitas y personas con trajes coloridos dando brincos, sin llegar a intuir lo que esconde todo ese jolgorio, alma y voz de una región que es “terra de meigas”, como pasa con el flamenco, sino no lo conoces.
Tal vez su música, sus percusiones conservadas desde tiempos inmemorables sea el hechizo necesario para juntarse, de nuevo, con la música africana y crear tantos estilos que siguen haciendo bailar a medio mundo. Uno de ellos: La Rumba, con epicentro en la Isla de Cuba.
Las maletas de los emigrantes que embarcaron a hacer las Américas desde el siglo XIX portaban lo imprescindible para construir una vida, pero, aun así, “la gaita” siempre ocupó un lugar preeminente en el manual de la supervivencia, acompañado siempre de su conexión espiritual antropológica.
Los gallegos de Cuba no sólo llevaron con ellos su legado sonoro y lo cultivaron, sino que lo ampliaron. De igual modo que la genealogía de cientos de miles de gallegos pasa por la isla caribeña, también las raíces de la música popular germinaron en ese pedazo de tierra abonado por el cruce de culturas. Su huella sonora alcanzo a formar parte de la música popular moderna internacional, influyendo en los orígenes de la música sajona tremendamente.
La Rumba vuelve a Galicia, con los primeros barcos al son de Pa Vigo me voy, entrando a formar parte del repertorio bailable desde sus principios, por la segunda mitad del siglo XIX. Pero en NYC se instaló. Con Machín viajo Mario Bauza y tras el Machito o Curbelo, para poner las bases de lo que se llamó y facturó desde USA como salsa.
¿Quién es capaz de tocar salsa, sin dar más pistas?
El creador del danzón, el ritmo nacional de Cuba, fue Miguel Faílde
El matancero, Miguel Failde, uno de los primeros músicos populares en la isla, venía a ser el claro ejemplo de un nuevo fenómeno musical con unos protagonistas destacados. El inventor del danzón era hijo de Cándido Faílde procedente de Galicia, su primer maestro y descubridor de sus aptitudes para la música y Justa Pérez, mulata matancera.
Un fenómeno que sin duda fue clave para el surgimiento de una hermandad entre los descendientes de África y Galicia fue su conexión, rompiendo tópicos racistas, reconociendo y formando, cada uno con sus costumbres, a los hijos de dichas relaciones. Hasta esos momentos los hijos eran abandonados y criados dentro de la comunidad afro, con un cierto rechazo, al estilo Bob Marley.
No había Rumba sin: comida, bebida y baile, algo que no podía unir más a sus gentes.
En Cuba, hoy, sigue existiendo y nunca dejó de existir una riquísima variedad de músicas fruto de las gentes llegadas de diferentes partes de África; al ser la antilla mayor, la hace muy diversa y rica. Todo eso se mantiene dentro de una tradición infranqueable.
Las mismas circunstancias se dan entre la comunidad gallego descendiente, mantienen y mantuvieron su tradición musical, pero también sus ganas de bailar, comer y beber.
Otro detonante para marcar que era popular o que era intelectual fue la interrupción del tráfico de esclavos de origen Africano. Entonces llegaron los esclavos gallegos.
Miles de gallegos engañados aceptaron viajar a Cuba y caer esclavizados. La única opción fue escaparse y con ellos muchos africanos, alguien empezó a luchar contra la esclavitud y esto como la música se extendió por medio mundo.
Uno de los elementos que permitió romper las rígidas normas interculturales fueron esos hijos, formando una unión entre blancos y negros, con ellos surgen las primeras bandas interraciales.
La Rumba surge en los barracones de los ingenios azucareros. Para formar una rumba era imprescindible conseguir comida, bebida y a ellas acudían los destacados percusionistas y bailadores. Machito, criado en una bodega, tienda de víveres familiar, recordaba que se metía en todas las rumbas ya que se encargaba de conseguir la jama, de ese contexto salieron todos los destacados músicos populares cubanos.
Las 3 Marías: Mani, Tanga y Manteca
En 1930 Machín lanza al mundo la Rumba, El Manisero llegó a NYC, y allí se instala su compañero Mario Bauza, José Curbelo y Machito. La Rumba Gallega y toda la tradición afrocubana irrumpen en la urbe, empezando a definir lo que se llama Latino, parte de la intelectualidad americana y la comunidad afro norteamericana, que no sabían ya de tambores, ni lenguas africanas, caen fascinados.
Machin abandona pronto la ciudad, no soporta el racismo imperante, allí se quedó Mario Bauza fascinado por los sonidos relacionados con el jazz y las orquestas de la comunidad negra norteamericana que triunfaban en el Savoy o Apolo. Pronto se convierte en director musical de dos grandes orquestas del género: la de Chick Webb y la de Cabe Calloway, será también el encargado de descubrir a Dizzy Gillespie o Ella Fitzgerald
Ahora sólo le faltaba su cuñado y cuñada para formar La Machito Afro Cuban Jazz Orquesta, marcando la ruta de la música latina en Nueva York a partir de ese momento. El epicentro de tal liderazgo fue La Conga Club, por la que desfilaron varios alternantes, antes de arribar una orquesta capaz de rivalizar con la banda de Bauzá: la de José Curbelo, otro de los pioneros de la música afrocubana en Estados Unidos y del jazz latino.
Desde las 5 y 30 de la tarde y a un precio de un dólar con 50 centavos, se podía ver en La Conga el show de Curbelo en abierto duelo ante los Afro Cubanos de Machito. Eran las dos orquestas más en forma de comienzos de los cuarentas en la New York latina y sus duelos equivalían a verdaderos combates de buena música. La acogida de un público entusiasmado por la rumba, fue evidente.
De aquellas sesiones surgieron las bases de lo que sea ha llamado Latin Jazz, allí estaban todos los caballos del jazz alucinando y procesando lo que venía a ser el Be o CuBop. También marcaron las bases de un Nueva York interracial, hasta esos momentos que en la misma banda o local alternase gente negra y blanca era impensable, todas esas bandas fueron diversas y a los locales acudían gentes de todas las razas. Cuando empezó Machito la etapa del Palladium, la cola daba la vuelta a la manzana, el dueño judío se quejaba de que iban muchos negros, ante la pregunta si prefería más los verdes o los negros, la respuesta no era otra que los verdes.
Las otras dos odas a la hierba son:
Machito llegó con una Tanga tremenda que invita a bailar en 1943. Bauza buscó para un Gillespie, aducido por lo cubano al percusionista Chano Pozo, que le cantó una línea de bajo que rompía los esquema del bajo y la música, hasta ese momento, Manteca.
Hasta el fin de la emigración a la isla y avanzada la revolución, el binomio: gallego y africano funcionó, propiciando el nacimiento de formaciones y géneros musicales. En los primeros sesenta todo eso volvió a África o quedó embargado en Nueva Yol, como le pasó a la música cubana.
Maravillas du Mali: Anduriñas
Cuba ya en su periodo revolucionario, 1964, acogió a diez jóvenes estudiantes de Mali para estudiar música y preparase para promover el movimiento en África. Un año después surgen Las Maravillas du Mali, una de las primeras formaciones modernas del continente que contará con una tremendo sustrato cubano. En esos días estaba de moda en la isla na tonada:
En Galicia un día yo escuché
Una vieja historia en un café
Era de una niña que del pueblo se escapó
Anduriña joven que voló
Anduriña es uno de los primeros temas grabados de Maravillas de Mali y que causó la revolución en el oeste africano. En gallego es un ave o una joven con ganas de volar, que fue la inspiración de Juan Pardo, triunfo por todo el mundo emigrado.
Hoy Vigo sigue teniendo el mismo barrio, hoy se conoce como el de los catalanes. El Seu Avi no fue sólo a Cuba, a Galicia también fue. Mali y Cuba no pasan por grandes momentos, para pesar de sus gentes, como le pasa a la que se conoce como Rumba Catalana desde su nacionalización. Su boom coincidió con los años sesenta, contando con la comunidad gitana como abanderados, llena de energía, originalidad y, flamencos hasta la médula. Hoy todo eso ya es otra cosa.
Machito, actuó en el verano de 1983, unos meses antes de su muerte en el Festival de Jazz de Vigo con un memorable concierto y se congratuló por estar en Galicia.
"porque de aquí eran mis abuelos"
Salsa Gitana: Hey, una de las ultimas joyas de la rumba catalana.
FLAMENCO EN CUBA 2022,
un ejemplo claro de lo anterior sigue VIVO, ensayo en un local de la Habana.